Luego de la llamada de atención que hizo el gobernador Alejandro Armenta a Yadira Lira, secretaria de Turismo, ha trascendido que no es la única que no ha dado resultados en la presente administración estatal y ya comenzaron a darse los primeros cambios.
Uno de los funcionarios estatales que no llegó a los primeros cien días es Juan Gregorio Montero García, quien era rector de la Universidad de la Salud, posición que ahora ocupa Martín Huerta Ruíz.
De igual manera, se menciona que Daniela Mier Bañuelos, quien era subsecretaria de Prevención de la Violencia y Discriminación en la Secretaría de la Secretaría de Igualdad Sustantiva, ahora será sustituida por Edurne Ochoa Ledesma; mientras que Paola Angón, directora general de Construcción Ciudadana y Participación Social de la Secretaría de Gobernación, será sustituida por Eric Cotoñeto Carmona.
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La rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, desactivó muy pronto lo que parecía un fuerte problema en la Facultad de Medicina. Lo hizo recibiendo a los estudiantes inconformes para escuchar sus peticiones y darles respuesta.
En medio de las protestas de un grupo de alumnos, la doctora evidenció que este movimiento, que ha llevado a un paro de actividades en la facultad, es orquestado por personas que han sido descubiertas y están siendo afectadas en sus intereses económicos.
Ojalá los verdaderos estudiantes no se dejen envolver más por quienes están detrás de estas movilizaciones, a quienes la rectora de la BUAP le dijo: “vergüenza les debería de dar decir que son universitarios”.
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Laura Artemisa García, presidenta del Congreso del Estado, también llamó la atención a los diputados locales para que se pongan a trabajar con mayor certeza y presenten iniciativas que sean útiles y no solo presenten propuestas que no se aprobarán.
En un acto de franqueza, la diputada dijo que solo el 40 por ciento de las iniciativas que se presentan en el Poder Legislativo son las que se aprueban, y peor aún, sólo se concentran en seis comisiones.
El mensaje fue claro: ningún diputado debería actuar por ocurrencias o motivado por mero protagonismo sino verificar que su iniciativa no se repita, que sea realmente útil y jurídicamente viable.
Como dirían: más vale corregir a tiempo, que lamentarse después.
