Irene Olea Torres, presidenta municipal de Izúcar de Matamoros, tendrá que explicar por qué las despensas que entrega el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) a los institutos municipales no se repartieron a las poblaciones vulnerables de su localidad.
Al menos, que justifique por qué dichos apoyos alimentarios, como leche, galletas integrales, botana de cacahuates con pasas y otros más, están en mesas de algunas familias en la capital del estado de Veracruz, y no alimentando a los poblanos de escasos recursos.
Lo peor de todo es que dichos productos, con su envoltura y los respectivos sellos del SEDIF y la Secretaría del Bienestar, están caducos o próximos a caducar, pues algunos tienen fecha de junio y octubre de 2024. ¡Vaya!
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Personal del Ayuntamiento de Puebla trabaja a marchas forzadas en el proceso de entrega-recepción con el equipo de Pepe Chedraui.
El área de mercados es la que está un poco en apuros por entregar buenos números, pero confía en tener todo listo esta misma semana.
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Los que no la tienen nada fácil son las autoridades municipales de Huejotzingo, quienes desde que iniciaron su gobierno hace tres años han rechazado que los niveles de inseguridad se hayan disparado.
Tras la muerte de la adolescente Alison, quien desapareció cuando se dirigía de la escuela a su casa y después fue localizado su cuerpo sin vida en terrenos baldíos, las autoridades siguen negando que la inseguridad se haya apoderado del municipio.
Los pobladores están cansados de que no se tomen medidas al respecto, por lo que serán más exigentes con el gobierno entrante.