El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene como prioridad que el partido que lo llevó al poder en 2018 se mantenga fuerte en todo el país y le permita trascender al próximo sexenio, con el candidato o candidata que resulte de una encuesta de popularidad.
Para lograr ese objetivo, Morena ha echado a andar una estrategia territorial que incluye apoyos de programas sociales, inversión pública, proyectos de infraestructura, la vigilancia y operación de los superdelegados del gobierno federal y visitas recurrentes del titular del Ejecutivo.
Todo esto ha dado resultados a AMLO y al presidente del partido, Mario Delgado, quienes se fijaron el ambicioso objetivo de llegar a la elección presidencial de 2024 con 24 gubernaturas.
Tras las elecciones intermedias del 6 de junio, Morena se consolidó como la principal fuerza política del país, con 17 gubernaturas, por lo que el Plan 24/24 estaba latente hasta este domingo, en que se llevaron a cabo elecciones en seis estados del país.
Al cierre de esta columna, las votaciones favorecían a Morena y sus partidos aliados en cuatro de los seis estados: Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. En contraste, en Aguascalientes y Durango los resultados parecían darle el triunfo a la coalición Va por México, integrada por el PAN, PRI y PRD.
Es decir que, de quedar así las votaciones, Morena ya no tiene posibilidades de llegar a 2024 con 24 gobiernos estatales, pues en 2023 sólo se relevarán dos gubernaturas: el Estado de México y Coahuila. Si lograra quedarse con ambas, alcanzaría un total de 23 entidades pintadas de color guinda.
El trabajo titánico para lograr ese objetivo comenzó con la consulta ciudadana para enjuiciar a los expresidentes, la cual, si bien no significó buenos resultados en cuanto a la participación popular –el INE reportó apenas 6.6 millones de votos–, sirvió como experimento hacia la revocación de mandato que promovió López Obrador al inicio de su gobierno, bajo la consigna de que “el pueblo pone y el pueblo quita”. En esa consulta que se llevó a cabo el pasado 21 de marzo fueron a votar poco menos de 16 millones de ciudadanos.
Más allá de los resultados esperados en estados como Hidalgo, donde el actual gobernador Omar Fayad entregó el poder y ahora busca ser cónsul en Río de Janeiro; en Oaxaca, donde el actual mandatario, Alejandro Murat, también le tendió la mesa a Morena y podría irse de embajador a Canadá; Quintana Roo, donde el panista Carlos Joaquín González nunca pudo contrarrestar la violencia e inseguridad, y Tamaulipas, donde se intentó desaforar y meter a la cárcel a su gobernador Francisco Cabeza de Vaca, el mayor reto vendrá en 2023, con el Estado de México.
Los resultados de las elecciones intermedias del año pasado en el Edomex no fueron lo que esperaban los morenistas, por lo que este territorio gobernado por el priista Alfredo del Mazo no está en la bolsa, a pesar de lo que digan los integrantes del llamado Grupo Texcoco, conformado por Higinio Martínez, Horacio Duarte y Delfina Gómez.
Para empezar, no hay claridad sobre quién será el candidato de Morena en 2023. Los tres mencionados anteriormente quieren, aunque todo indica que la pelea final está entre el actual titular de la Agencia de Aduanas e ideólogo de la reforma electoral que propuso el gobierno al Congreso federal, Horacio Duarte, y la secretaria de Educación, Delfina Gómez.
El caso de Coahuila se ve aún más complicado, sobre todo por la operación que desde el PRI nacional y el Congreso hará el exgobernador de esa entidad, Rubén Moreira.
Así que la operación 2024 de Morena podría quedarse a medias, a pesar de lo que significa tener por lo menos 21 estados en sus manos de cara a la elección presidencial.
mario.maldonado.padilla@gmail.com
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