Las alertas de las calificadoras internacionales sobre la deuda financiera de México y el estrecho margen fiscal del gobierno de Claudia Sheinbaum, evidenciado en el Paquete Económico del próximo año, han acelerado las posibilidades de una reforma fiscal en México.
Sheinbaum está consciente de que el enorme bono democrático con el que llegó al poder, y que significó a Morena y sus aliados obtener mayorías constitucionales en la Cámara de Diputados y el Senado, es un indicativo de que se tienen que plantear ajustes de fondo en cuanto al cobro de impuestos tan pronto como el próximo año, a pesar de que en su campaña aseguró que no se necesitaba una reforma fiscal.
No fue coincidencia que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y después el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, hayan traído a discusión el tema la semana pasada.
“Tengo que darle a la presidenta la prioridad de que lo anuncie (una reforma fiscal) en el momento en el que lo considere oportuno”, dijo el secretario de Hacienda en su comparecencia ante los diputados.
Un día después, Monreal elaboró un poco más y dijo con todas sus letras que “México necesitará una reforma fiscal profunda muy pronto”. “Esa es nuestra filosofía, la progresividad fiscal, y vamos a llegar a ella con justicia, con igualdad y con equidad”, añadió.
Acostumbrado a ponerse de frente al poder económico desde su posición como legislador, más por conveniencia y sometimiento que por una causa social, Monreal dijo que “se requiere un mayor esfuerzo de los que más tienen”. Habló de la distribución de la riqueza y de una “sociedad igualitaria”.
Es decir que el coordinador parlamentario de Morena “le puso el cascabel al gato”: van por los contribuyentes cautivos que más ganan; tanto personas físicas como morales, es decir las empresas medianas y grandes. También por las herencias y algún impuesto a las grandes fortunas, como se ha hecho en otros países.
En mayo pasado, el diario británico Financial Times reveló que el gobierno mexicano buscaba formas de obtener más ingresos fiscales del sistema bancario, por lo que se estaba discutiendo en privado una serie de medidas para fijar un nuevo impuesto a las ganancias de los bancos.
En los últimos cinco años los bancos han acumulado un total de 959 mil millones de pesos, de ganancias, según datos de la CNBV. Solo el año pasado el sector registró una ganancia de 273.3 mil millones de pesos, un aumento de 10.04% en términos reales.
BBVA México fue el banco que mayor utilidad tuvo en 2023, al sumar 87 mil 617 millones de pesos, seguido de Banorte con 42 mil 311 millones.
¿Y qué dice la presidenta Sheinbaum sobre el tema? Esto respondió en su conferencia matutina: “El próximo año nos vamos a dedicar a fortalecer la recaudación de aduanas, a disminuir los trámites ante el SAT para aumentar la recaudación y evitar la evasión”.
Pero dejó la puerta abierta: “Si son necesarias reformas adicionales, pues lo estaremos trabajando a lo largo del próximo año, pero creo hay muchas oportunidades de recaudación sin necesidad de una reforma fiscal profunda".
La realidad es que la idea de la reforma ya comenzó a socializarse entre algunos de los líderes de la iniciativa privada. Se ha ido dejando claro que “habrá consenso” con todos los sectores económicos del país.
Lo cierto es que, contra sus promesas y su voluntad, por el costo político que significa un ajuste de este tipo, la reforma fiscal va y pronto, porque las finanzas públicas del país no dan para más; sobre todo por el gasto social.
Las alertas de las calificadoras y lo que le dicen los inversionistas al equipo económico-financiero es que no hay más margen: o se hace una reforma fiscal o México perderá el grado de inversión.
Posdata 1
Ayer por la noche la gobernadora Delfina Gómez anunció la incorporación de Óscar Flores Jiménez como nuevo titular de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México.
Desde finales de julio adelanté en este espacio que Paulina Moreno García, una joven economista cuyo paso por Nafin-Bancomext en el sexenio de López Obrador no estuvo exento de cuestionamientos, ya no era bien vista por el equipo de la gobernadora ni del secretario de Gobierno, Horacio Duarte.
Desde entonces, expuse, sonaba con fuerza el nombre de Oscar Flores para encabezar la Secretaría de Finanzas del Estado de México y darle una sacudida. Este funcionario es de todas las confianzas de Delfina Gómez, pues fue su titular de la Unidad de Administración y Finanzas cuando estuvo al frente de la SEP.
Posdata 2
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), es el más grande de Latinoamérica, por lo que es un referente obligado en el movimiento sindical internacional. Su dirigente, Alfonso Cepeda, forma parte de la Junta Ejecutiva de Education International, en donde están representados los trabajadores magisteriales sindicalizados de 180 países en todo el mundo y se encuentra en Bélgica participando en en Consejo Ejecutivo, donde se reúnen los líderes sindicales del magisterio a nivel mundial. Cepeda Salas participa también como miembro de la Junta Directiva de la región América del Norte y el Caribe, la cual representa a docentes y personal de apoyo educativo organizados en más de 35 sindicatos de la educación de más de 20 países.
Posdata 3
Sobre la Posdata 2 del viernes pasado, la empresa Broxel, a cargo de Gustavo Gutiérrez, envió una nota de réplica en la que expuso que terminó como única oferente después de que la propuesta de su competidor fuera eliminada.
La columna decía que “lo más inquietante (de la adjudicación) fue la modificación de su bonificación de -1% a un raquítico -0.01% sin ninguna notificación pública al inicio de la subasta, lo que sugiere un manejo poco claro”, a lo que Broxel respondió:
“El dato mencionado es incorrecto. La bonificación para este proceso licitatorio fue del -4.2%. Esto implica que las afirmaciones de manejos ‘poco claros’ carecen de sustento, y la cifra publicada es errónea. De hecho, el dato es público y consultable en internet”.
Y agregó: “Las deficiencias de otras ofertas no demeritan a quienes sí cumplimos a cabalidad con todos los requisitos de la licitación y garantizamos el mejor servicio a la CDMX. A diferencia de uno de los competidores en este proceso, nosotros, no creemos en las presiones mediáticas para obtener contratos. Por el contrario, creemos que solo nuestro trabajo habla por la empresa. Cuando Broxel ha resultado ganadora de procesos licitatorios, ha sido por ofrecer la mejor tecnología y cumplir con los estándares más altos de servicio”.