Madrid. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en ‘enfriar’ la relación entre México y España por un reclamo tan añejo como absurdo: el del ‘perdón’ por los ‘abusos’ cometidos durante la Conquista. Por otro lado, empresarios de ambos países se han empeñado en mantener un vínculo cada vez más cercano entre las dos economías altamente correlacionadas. Paradójicamente, aun con la ‘pausa’ decretada por el presidente mexicano, las inversiones entre los dos países están en niveles históricos. 

Esta semana se lleva a cabo en Madrid una cumbre inédita de alto nivel entre empresarios y autoridades de ambos países. “México y España, una apuesta empresarial de futuro” es el título de la reunión que involucra a líderes empresariales y de gobierno, como Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; José Abugaber, líder de la Concamin, Guillermo Romero, de Concanaco-Servytur, y Sergio Contreras, vicepresidente Ejecutivo del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología, entre otros. 

También estuvieron representantes de la Cancillería mexicana, el embajador de México en España, Quirino Ordaz, el expresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, y el actual presidente de la Cámara, Santiago Creel, quien concluyó su mensaje en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales de Madrid con esta frase: “Hay una base de hermandad… lo que ha unido a nuestros pueblos no lo desata nadie”, haciendo referencia a la pausa en las relaciones que decretó López Obrador en febrero del año pasado y que reiteró en diciembre, tras la reunión de la Comisión Binacional. 

Ayer el presidente lo volvió a hacer. Dijo que la “intelectualidad” y el “colonialismo” hizo creer a los mexicanos que los españoles trajeron la civilización hace 500 años. La noticia es que, en medio de las escaramuzas, este jueves el Rey Felipe VI –a quien López Obrador reclama no haberle respondido la carta-solicitud de disculpas– va a recibir en el Palacio de la Zarzuela a la delegación mexicana, demostrando que las relaciones económicas están por encima de las diferencias ideológicas y políticas.  

España es el segundo inversionista más importante de México con cerca de 80 mil millones de dólares invertidos en los últimos 24 años. Las más de 7 mil empresas de capital español que están establecidas en el país generan un millón de empleos. El intercambio comercial supera los 4 mil 500 millones de dólares. México es el sexto inversionista más relevante en España y en los últimos años el número de compañías nacionales en el país europeo pasó de 500 a 700. Solo en la Riviera Maya, las empresas españolas han construido más de 65 mil cuartos de hotel. 

El embajador Quirino Ordaz, quien ha tenido que remar contra la corriente frente a los exabruptos del presidente mexicano contra el gobierno español, dice que confía en que las diferencias se puedan dirimir. El tema de fondo es el ‘perdón’. España no quiere –y cree que no tiene por qué– otorgarlo, mientras que López Obrador está empecinado en que se lo concedan. El primer paso será disolver las desavenencias al sustituir la palabra ‘perdón’ por otra que ayude a distender las relaciones diplomáticas. 

El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de España, Antonio Garamendi, recordó que este 2023 España asumirá la presidencia de la Unión Europea, justo cuando México debe ratificar el acuerdo comercial con el bloque europeo. “Queremos que la UE sea muy latinoamericana”, dijo la secretaria de Estado de Comercio de España, Xiana Méndez. Y concluyó: “La relación entre México y España está a prueba de discrepancias que son coyunturales, como reformas y políticas públicas”. 

El presidente López Obrador ha arremetido contra el rey Felipe VI y el gobierno de Pedro Sánchez por la Conquista de hace 500 años y por el “saqueo” que supuestamente realizan las empresas españolas a México. Las relaciones bilaterales, dijo en diciembre, “continúan en pausa porque no ha habido de parte de ellos (los españoles) una actitud de respeto”.

Mientras tanto en Madrid, los empresarios mexicanos y españoles comen tapas, brindan con vino y tienden puentes para fortalecer las relaciones entre dos países que comparten de todo: historia, cultura, costumbres, idioma y –a veces– orgullos mal entendidos.

Posdata

El vicepresidente de la Concanaco-Servytur, Javier Vázquez Ruiz, y el exvocero presidencial y publirrelacionista, Carlos Salomón, fueron los dos artífices de la Cumbre de alto nivel. El presidente del CCE, Francisco Cervantes, cercano al presidente López Obrador, llamó a fortalecer las relaciones económicas en beneficio de los mexicanos y españoles.

@MarioMal
 

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