El conflicto entre la ministra Yasmín Esquivel y el rector de la UNAM, Enrique Graue, está al rojo vivo. En el contexto del plagio que está en escrutinio por las autoridades universitarias y judiciales, ambos se han enfrascado en una pugna de temas personales que empieza a minar a sus respectivas instituciones.

La ministra Esquivel se ha mantenido contra la pared por el presunto plagio del que se le acusa sobre sus trabajos de titulación, pero el boomerang de la política ha alcanzado también a Graue. Sobre el rector de la UNAM ha salido a la luz el manejo de una millonaria tarjeta de crédito e innumerables viajes al extranjero durante su periodo como cabeza de la principal universidad del país.

Documentos de las autoridades financieras detallan manejos de cuentas del rector desde el 2015, año en que inició su primer periodo al frente de la UNAM, en los que destacan gastos por casi 80 millones de pesos desde el 2017 y hasta el presente año. La mayoría destinadas a compras de bienes de lujo y viajes.

Adicionalmente, Graue reporta 463 viajes internacionales de 2015 a 2020, uno cada cinco días durante su rectoría, la gran mayoría de injustificables como parte de su actividad académica.

En el caso de la tarjeta American Express de Graue, esta tiene sus primeras operaciones en el 2017, cuando se registraron gastos en sus recibos por 4 millones 243 mil 990 pesos; la cifra se elevó a 9 millones 70 mil 470 pesos en 2018 y casi estuvo por duplicarse en 2019 —el último de su primer de gestión— cuando se gastaron desde esa cuenta 16 millones 840 mil 703 pesos. En ese entonces estaba en proceso de reelección, en el que compitió contra la socióloga Angélica Cuellar de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y Pedro Salazar del Instituto de Investigaciones Jurídicas.

Instalado en su segundo periodo, después de ser reelegido por cuatro años más en noviembre de 2019, Graue incurrió en 2020 en gastos por 9 millones 457 mil 167 pesos; en 2021 las compras se fueron a más del doble y llegaron a los 19 millones 115 mil 774 pesos, y un año después, en 2022, los gastos alcanzaron los 19 millones 213 mil 710 pesos.

En lo que va del 2023, el último de su segundo periodo como rector, la cuenta de servicio siguió facturando y alcanza hasta el momento la cantidad de un millón 777 mil 89 pesos, para acumular en seis años y tres meses el gran total de 79 millones 718 mil 905 pesos.

De esta manera, el rector Enrique Graue tiene gastos en su tarjeta de servicios por más de un millón de pesos mensuales, con un sueldo oficial registrado en la UNAM de 176 mil pesos al mes, el cual se redujo el sueldo en 22 mil pesos desde el 2019 como parte de los mensajes de austeridad que intentaba mandar ante la llegada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Los análisis financieros reportan transferencias al rector de un personaje de nombre Ernesto Carlos Moncada Gutiérrez. El académico forma parte de dos denominaciones sociales con capacidad para recibir recursos: Oftalmólogos Asociados y Centro Mexicano de Cirugía Refractiva.

En cuanto a los viajes internacionales de Graue, estos se reportan a destinos como Perú, Francia, España, Guatemala, Chile, Argentina, Estados Unidos, Holanda, Cuba, Japón y Colombia.

Graue es un académico de talla internacional y con presencia en diversos organismos de investigación y de la academia de diversas partes del mundo, aunque la cantidad de viajes parece excesiva respecto de sus responsabilidades como rector de la UNAM.

Estas evidencias surgen en medio de un conflicto en el que el rector defiende la permanencia de su dinastía médica en los puestos de mando de la UNAM, frente a un gobierno federal que se siente agraviado y pretende arrebatar las riendas de la Máxima Casa de Estudios.

Posdata

El presidente Andres Manuel López Obrador finalmente reapareció en un video en el que detalló lo acontecido el fin de semana en Mérida, Yucatán, sobre su salud.

Qué bueno que esté bien y recuperándose, pero qué mal que se haya dejado correr el rumor sobre su enfermedad por parte de su vocero, Jesús Ramírez, quien solamente contribuyó a la desinformación.

Eso sí, Ramírez quiso colar ayer en la conferencia matutina una pregunta sobre si el gobierno apoyaba una candidatura de AMLO al Premio Nobel de la Paz. El cuestionamiento se le hizo al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien le reviró al vocero la pregunta y le pidió al reportero gestionar la solicitud con el vocero.

No es la primera vez que el exreportero de La Jornada queda en ridículo por no estar informado sobre las actividades del Presidente.

@MarioMal

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