La contienda por la gubernatura del Estado de México, el de mayor número de votantes del país, arrancó en plena Semana Santa. Alejandra del Moral y Delfina Gómez se aprestan a recorrer la entidad durante las siguientes nueve semanas para convencer a por lo menos 3 millones de mexiquenses: es el número mágico de votantes que se requieren para ganar, en un escenario de baja participación, es decir, menos del 50% de un padrón de 12.4 millones de electores.

Con estos números, cualquiera de las dos puede convertirse en la primera gobernadora del Edomex, a pesar de una ventaja de doble dígito de la candidata de Morena, Delfina Gómez, sobre la priista Alejandra del Moral en las encuestas de inicio. La historia muestra, sin embargo, que dicha ventaja podría diluirse como hace seis años, cuando Alfredo del Mazo ganó la elección después de arrancar desde una tercera posición.

A diferencia de 2017, la elección de este año es entre dos, por lo que las distancias, en resumidas cuentas, valen sólo la mitad. Hay pocos antecedentes en México, pero en el resto del mundo el bipartidismo es un juego de suma cero, tal como sucede en las elecciones de Estados Unidos, donde las distancias son mucho más cortas de lo que parecen. En el caso del Edomex, lo que suba Alejandra lo va a bajar Delfina y viceversa.

En Morena tienen claro este escenario, por lo que aseguran que no se van a confiar. Horacio Duarte ha tomado las riendas de la campaña, aunque en el círculo más íntimo de la maestra Delfina aseguran que no del todo. Ella se sabe la favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien si bien se ha apoyado del exdirector de Aduanas, tiene a sus propios operadores de tierra y financieros.

A Duarte se le escucha decir que si la elección se vuelve una “batalla” entre perfiles, es decir de Alejandra contra Delfina y viceversa, los resultados podrían ser desastrosos para Morena, por lo que la prioridad es procurar una contienda entre partidos. La estrategia es mantener una marca personal con la maestra, casi hasta el punto de esconderla al debate público.

En el búnker del PRI consideran que aun en el escenario de una batalla entre estructuras de partido, Del Moral tiene oportunidades de ganar, según las votaciones que obtuvieron los partidos de la Alianza Va por el Estado de México (PRI, PAN y PRD) en 2021, cuando se renovó el Congreso y las presidencias municipales. El primero sacó 1 millón 650 mil votos, el partido blanquiazul 800 mil, y el del Sol Azteca 230 mil. La suma es una cifra cercana al número mágico de los 3 millones que se necesitan para ganar.

La teoría del pacto del PriMor, aquel que señaló el emecista Juan Zepeda para justificar su salida de la contienda, ya se desechó, por lo que si Morena realmente quiere ganar el Estado de México tendrá que recurrir a metodologías inéditas, impensables para el partido que fundó y lidera moralmente Andrés Manuel López Obrador. Una estrategia es prometer la reconciliación con los medios, que son muy importantes por “su cercanía con la gente”.

La campaña de Delfina se centrará en asegurar el voto de la base estructural de Morena. El enfoque es casi nulo en las clases medias, lo que los especialistas observan como un error. Las clases medias son cada vez más invisibles para las encuestas; el ritmo de trabajo de un clasemediero lo hace menos alcanzable para el encuestador. La beneficiaria de estos números ciegos podría ser Alejandra del Moral, quien sí ha puesto el ojo en esta enorme masa de gente que, aun cuando no esté dentro de los márgenes de ingresos que el Inegi considera clase media, aspira o se siente perteneciente a ese grupo poblacional.

Delfina Gómez y sus asesores no descartan escándalos durante los dos meses que dure la campaña, pero aseguran que, hasta el momento, ni lo del “diezmo” ni las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación han afectado la imagen de la candidata. Por si las dudas, evitarán los debates adicionales a los que proponga el INE.

Delfina espera que sus paisanos texcocanos, Horacio Duarte e Higinio Martínez, la encaminen hacia la gubernatura el 4 de junio. Fueron ellos quienes la presentaron en su momento con López Obrador. Después, como delegada del Bienestar en el Edomex, mantuvo una relación institucional con Alfredo del Mazo, de quien ahora se asegura que no meterá las manos en el proceso.

Posdata 1

El apoyo intermitente del PAN a la campaña de Alejandra del Moral hace dudar de sus verdaderas intenciones. Por un lado, su presidente, Marko Cortés, llegó tarde al primer acto de campaña de la priista, ayer en Atizapán. El líder del blanquiazul venía de Monclova, donde arrancó el fin de semana la campaña de Manolo Jiménez, representante de la coalición PRI-PAN-PRD. Por el otro, varios priistas siguen viendo con cejas alzadas al panista Enrique Vargas, no solo por la reunión que trascendió tuvo con Horacio Duarte, sino porque cada vez se ve más cuesta arriba que el PAN aporte el millón de votos que se comprometió al momento de sellar la alianza. El PRD prometió 300 mil votos y Nueva Alianza puede sumar otros 150 mil. El PRI aseguró por lo menos un millón 650 mil votos.

Posdata 2

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, anda muy optimista con la economía mexicana. En su publicación de Precriterios de Política Económica 2024 y ajuste a las proyecciones del 2023 considera que México va a crecer 3% por año, cifra que está casi al doble de lo que pronostican los analistas privados y el Banco de México.

Sin embargo, también en el banco central andan animados. Ayer el subgobernador Jonathan Heath nos dijo en las Noticias de la Mañana del Heraldo TV que si Estados Unidos enfrenta una recesión económica, México tiene posibilidades de “librarla", dependiendo de la magnitud y de la interacción.

Sobre los pronósticos de que la inflación se ajuste a un 5% al final del 2023, dijo que esa estimación de Hacienda está en línea con la del mercado y de Banxico, por lo que es probable que ya no se requiera subir más las tasas de interés. El problema ahora es cuánto tiempo se deben mantener altas.

@MarioMal

Google News

TEMAS RELACIONADOS