Lo que nos toca a las organizaciones, colectivos y académicos, que ya lo estamos haciendo, es escucharnos, dialogar de lo que nos duele a los mexicanos e insistir en poner en la agenda los temas que el presidente quiere ocultar con su estridencia en contra de legisladores y del gobierno de Joe Biden: las violencias. Debemos mostrar que México es mucho más que la necedad de un solo hombre. Porque al presidente López Obrador no le llegará del cielo una señal de prudencia ni cambiará su estrategia en los meses que le quedan, seguirá insistiendo que en el país no se violan derechos humanos, no hay impunidad, ni masacres o que el Ejército “no mata en caliente”. Aunque decirlo a escasas 3 semanas de que militares ejecutaran a 5 jóvenes en Nuevo Laredo, sea tan esquizofrénico como inadmisible. (Colaboró René Gerez)

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