El año que comienza no tiene precedentes en México. Luego de cinco años de polarización y descomposición social en el país, el último año de gobierno de López Obrador será utilizado para consolidar lo que él considera la transformación. En esta columna propongo 7 temas imprescindibles de cuidar para que no se consolide en ellos una transformación negativa.
1) Proceso electoral: pareciera que lo más importante es la elección presidencial. Este año también hay elecciones locales en los 32 estados. Son 19,931 cargos los que serán sometidos a votación en la elección en domingo 2 de junio. Elegir entre Claudia y Xóchitl es importante, pero también lo es elegir a quien darle el voto para que ocupe una curul en el congreso federal y estatal, también lo es verificar que candidatos a presidente municipal no tengan nexos con el crimen organizado.
2) Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación: La reciente renuncia del magistrado Reyes Rodríguez Mondragón a la presidencia, más que ayudar, ha puesto en vilo la legitimidad del Pleno de cara al proceso electoral del 2024. Los reflectores deberán enfocarse en Mónica Soto, la nueva magistrada presidenta. De ella depende cohesionar al tribunal y buscar que el Senado se apure con el nombramiento de dos magistraturas pendientes. De no hacerlo, tendremos un Tribunal tan cuestionado como el INE en la elección más grande y polarizada de la historia.
3) Nombramientos administrativos INE: 2023 cerró con encontronazos en el Consejo del Instituto Nacional Electoral. Ni la presidenta, ni el resto de las consejeras y consejeros pudieron dejar a un lado sus filias para sacar adelante los nombramientos administrativos. Esos nombramientos son indispensables para la organización de la elección federal y el trabajo con OPLES. Guadalupe Taddei, como presidenta del órgano tiene la obligación de construir acuerdos antes de que termine enero. De lo contrario, quedará en evidencia si está en ese cargo para algo distinto.
4) Reforma administrativa: La pretendida desaparición de los órganos constitucionales autónomos no es un amague discursivo del Presidente. Puede hacerse realidad sin la necesidad de reformar la constitución, de ahí el nombre de “administrativa”. Este año, buscarán la forma de desaparecer organismos como el INAI con una jugarreta legal. La oposición no puede prestarse a ello como lo hizo con la Guardia Nacional.
5) Reforma al Poder Judicial de la Federación: Lo más preocupante de este tema es la idea descabellada de elegir a las y los ministros a través del voto popular. Para ello sí se necesita reformar la Constitución. Si Morena y sus aliados ganan la mayoría calificada en el congreso en esta elección, López Obrador tendría el último mes de su mandato (septiembre) para pasar la reforma al Poder Judicial.
6) Acuerdos migratorios con Estados Unidos: En 2024 también habrá elecciones en el país aliado más importante de México. Si bien son variados los temas que marcarán la agenda binacional electoral, es el tema migratorio el más importante. En 2018, López Obrador demostró que está dispuesto a cerrar las fronteras con tal de complacer al trumpismo. No podemos permitir más violaciones a los derechos de los migrantes por presiones políticas electoreras.
7) Papel de las fuerzas armadas en la transición: Algo sin precedentes es que en 2024 no se entregará todo el gobierno a quien ocupe la presidencia. El error de haber entregado la administración de proyectos a las fuerzas armadas genera un poder transexenal. La entrega-recepción del gobierno no puede estar marcada por la opacidad militar.
En el último año de gobierno será difícil que la ciudadanía y la sociedad civil puedan ocuparse de todo. Está demostrado que la transformación ha sido más negativa que positiva. La materialización sin vigilancia de estos 7 puntos puede ser catastrófica.