Todos quienes trabajan y conocen a la presidenta Claudia Sheinbaum hablan de que es muy obsesiva y disciplinada en los temas y en su agenda de trabajo. Cuentan que antes de asumir el cargo el pasado 1 de octubre ya tenía su agenda para todo el mes. En esto de la disciplina y el estudio de los temas se nota una diferencia importante con López Obrador, quien tenía una especie de capa de “teflón” que le permitía, sin mayor preparación o estudio, esquivar coyunturas complicadas, sin bajar su popularidad. De hecho, AMLO era tan eficiente en atajar complejidades que sus secretarios de Estado tenían la indicación de remitirle cualquier tema complicado y acabó el sexenio con una alta popularidad, pese a tantos problemas.

Pero este fin de semana fue macabro: al menos 250 muertos en todo el país, con incidentes muy violentos y mediáticos en Sinaloa, Aguascalientes, Chiapas y, sobre todo, en Guerrero, en donde mataron al presidente municipal de Chilpancingo, Alejandro Arcos (PRI-PRD). Para causar pánico entre toda la población y otros funcionarios, sus asesinos lo decapitaron vivo y dejaron su cabeza a la vista de todos. Eso sí, junto a su credencial del INE, para que el cuerpo fuera identificado de manera inmediata. Arcos duró una semana como presidente municipal. Días antes habían matado a su secretario general de gobierno y a un militar que iba a ser designado como su secretario de seguridad. A pesar de los llamados que Arcos hizo, públicamente, para que mejorara su seguridad y la de su equipo, el gobierno de Guerrero no lo hizo… y lo mataron.

Destaca que el alcalde decapitado traía a dos escoltas de su policía municipal, mientras que la alcaldesa de Acapulco, la otra ciudad importante de Guerrero, trae como escolta a dos camionetas del Ejército y dos más de policías estatales. Qué diferencia y qué riesgoso resulta ser alcalde de oposición en estos tiempos.

Lo de Chilpancingo también ha sido muy mediático: entre el domingo por la noche y la tarde del lunes había 940 notas en medios de comunicación y portales. En redes sociales, analizando X y Facebook con Xpectus by Metrics, 2.3 millones de usuarios realizaron menciones de lo ocurrido y el tema del asesinato alcanzó a 60.9 millones de personas. Ayer, #Chilpancingo era primera tendencia nacional en X y en los buscadores de Google.

La Presidenta, en su mañanera de ayer, se refirió brevemente al tema, señalando que hoy, al presentar su plan de seguridad, se hablaría más a detalle de lo ocurrido. Pero, a diferencia de lo que pasaba con AMLO, la breve respuesta que dio complicó las redes sociales.

Habrá que ver qué se presenta hoy como plan y si su secretario de seguridad federal, el hasta ahora muy eficiente Omar García Harfuch, puede empezar a revertir la violencia que aqueja a varias zonas del país.

La forma en que se asesinó al alcalde de Chilpancingo cimbró a esa ciudad, pero también a Acapulco, que no acaba de levantarse de fenómenos meteorológicos, y ahora enfrenta temas de seguridad, pues Alejandro Arcos habría sido interceptado en una carretera federal en las inmediaciones de la ciudad. Así, se habla cada vez más de la inseguridad en ciudades de Guerrero, pero también en las carreteras que debería vigilar la Federación.

Con la inseguridad que se está viviendo habrá que ver si la agenda de Sheinbaum se modifica o si puede aguantar el rumbo, y su nivel de aprobación, sin enfrentar al crimen organizado. Como sea, parece que la “luna de miel” de la Presidenta se acabó con lo acontecido en Chilpancingo y con el conflicto del Poder Judicial federal. Ella parece dispuesta a mantenerse. Veamos qué sucede.

Cambiando de tema: Ahora que viene la elección de miles de juzgadores, el TEPJF acaba de relajar las reglas de la radio y TV. Después de estudiar los casos del ahora alcalde de Álvaro Obregón, Javier López Casarín (en ADN40), y de la senadora Lilly Téllez (en Radio Fórmula) echaron para atrás una prohibición que existía desde 2007. Ahora, al parecer, ya se permite que comunicadores o actores mantengan sus espacios en medios, a la par de ser candidatos. Antes, Marko Cortés, Javier Corral, María Rojo o Roberto Palazuelos, entre otros candidatos, tuvieron que dejar sus espacios en la radiodifusión. Más libertad siempre será mejor.

X: @JTejado

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