Que el partido de este jueves ante Estados Unidos sea el más importante en la era de Gerardo Martino al frente de la Selección Nacional no es lugar común o una frase hecha para ganar seguidores. La realidad del entrenador del equipo mexicano y la manera en que le ha tomado la medida Gregg Berhalter a su futbol, hacen del juego en el Estadio Azteca, el primero de esta última ventana de la eliminatoria a Qatar 2022, el más trascendental para el Tata y su grupo de trabajo.
Este equipo no tiene el derecho de encajar una cuarta derrota ante Estados Unidos. Es más, no tiene ni siquiera la oportunidad de pensar en el empate, porque ese resultado también comprometería la situación de México en el Octagonal de la Concacaf. Lo único permitido es la victoria. Obteniendo los tres puntos ante los estadounidenses, además de una derrota de Panamá contra Honduras, y que Costa Rica no gane ante Canadá, el Tricolor tendría el boleto a Qatar.
La pregunta es... ¿Cómo logrará esa victoria? No es un cuestionamiento tan simple como parece, si se toma en cuenta el cúmulo de dificultades que pasó el entrenador argentino durante todo el año anterior, cuando perdió en tres ocasiones contra Estados Unidos —en la Nations League, Copa de Oro y eliminatoria—, con un dominio de los momentos del partido por parte de los dirigidos por Berhalter. Quizá, el más parejo fue el de la Nations League, pero después de eso le han dado lección tras lección de cómo se debe jugar este duelo.
La pregunta también tiene que ver con esa pobreza futbolística que le ha costado a Martino ser blanco de críticas y ganarse la desconfianza, incluso, de los mismos directivos, quienes desde hace tiempo ya no lo ven tan firme como para poder estar en Qatar.
Cambios, habrá pocos en el 11 base de este hombre. La ausencia de Andrés Guardado abrirá camino a otro mediocampista como Carlos Rodríguez, pero todo lo demás es lo ya conocido, lo que no ha caminado de buena manera. ¿En verdad esperamos que, por arte de magia, cambie el funcionamiento del equipo? Aquí no hay cuestiones de fe, de creer que pueden pasar las cosas o pueden ser mejores, se necesita que el Tata vuelva a convencer a estos futbolistas para que se quiten de la cabeza la telarañas que los amarran y los reducen a jugadores que no son capaces de defender con hechos lo que con palabras siempre quieren vender.
Obligado Martino, obligados los futbolistas, ante un equipo que más que preocuparse por el rival, se ocupa de las cuestiones de seguridad, para lo que han mandado elementos de avanzada con los que prepararán su arribo mañana, solamente un día antes del partido, en medio de un gran dispositivo. Obligado Martino y obligados los futbolistas, más allá del Fan ID y la otra gran preocupación de los federativos: el regreso de la afición al Azteca y el fantasma del grito prohibido. Elementos de distracción al tema principal puede haber muchos, pero la principal obligación es ganar.
-@gvlo2008