Entre 2019 y 2020, el gobierno de México facilitó a un grupo de empresarios mexicanos un negocio de cientos de millones de dólares que benefició al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, y burló a Estados Unidos.

La denuncia es reportaje del diario español El País y el portal venezolano armando.info. Señala que evadiendo las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos contra la dictadura de Maduro, el gobierno de Venezuela vendió 30 millones de barriles petróleo a empresarios mexicanos, encabezados por Joaquín Leal, que le pagaron con cientos de miles de toneladas de maíz que obtuvieron de Segalmex, la distribuidora de alimentos de la administración López Obrador, con el impulso del subsecretario de Cancillería, Maximiliano Reyes.

Pero los empresarios mexicanos no querían el petróleo crudo. Y buscaron quién se los refinara. El reportaje expresa que “en la búsqueda de clientes que estuviesen dispuestos a refinar el petróleo de PDVSA (el Pemex venezolano) que se había intercambiado por alimentos, Libre Abordo (la empresa mexicana) contactó a principios de 2020 con la refinería india Reliance”.

Hasta ahí el reportaje. Hoy en esta columna agregamos datos que despiertan todas las sospechas: también en el primer semestre de 2020, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, visitó en Jamnagar, India, la refinería más grande del mundo, que pertenece al consorcio Reliance Industries Limited, de ese país asiático. La visita se hizo pública. Se dijo oficialmente que fue a tomar ideas para el proyecto de Dos Bocas. ¿Fue coincidencia? ¿Habrá cabildeado para refinar el petróleo procedente de la dictadura venezolana? ¿Habrá impulsado también este millonario negocio?

La sospecha está fundada porque algo se mantuvo en secreto en esta gira de la secretaria Nahle: también acudió el considerado mentor de Rocío Nahle, un alto funcionario del gobierno federal, que ha estado en medio de la más escandalosa polémica. Se trata de José Alberto Celestinos.

Al momento del escándalo del petróleo venezolano, Celestinos era el Comisionado 1 de la CRE (Comisión Reguladora de Energía). La presencia de Celestinos en la gira de Nahle a India es injustificable y por eso se escondió: la CRE es el árbitro que regula al sector energético (en el que está Pemex, CFE y demás, que dependen de Nahle); por lo tanto, es escandaloso que el regulador viaje como comparsa de uno de sus principales regulados. Durante los días de la gira, me revelan fuentes directas, los allegados a Celestinos presumían abiertamente con sus colegas en la CRE que él se encontraba en India con la secretaria de Energía. Y a su regreso, Celestinos no tuvo empacho en contar sus anécdotas de viaje. 

Siguen las extrañas coincidencias: el coordinador de la oficina de Celestinos en la CRE era Alejandro Ledesma, quien antes de ocupar ese cargo fungía como director comercial de Sumex, negocio energético de la familia Leal (los empresarios mexicanos involucrados en Libre Abordo). Su salida de Sumex e incorporación a la CRE se da en los meses en los que Libre Abordo realiza todo este tejemaneje con el petróleo venezolano.

Ya para inicios de este año, Nahle jaló a su mentor a la Secretaría de Energía: Celestinos está ahora al frente de la estratégica Dirección de Petrolíferos. Recientemente, él fue denunciado como el eje de una red de corrupción en el otorgamiento de permisos gasolineros.

Demasiadas coincidencias. Y ya ve que dicen que en política no hay coincidencias.

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