Para que los seres humanos podamos vivir en el futuro, es importante que sobrevivamos en el presente. Es decir, en el presente tenemos cuidar lo que comemos y lograr una alimentación sana y balanceada para contar un nivel de energía adecuado; necesitamos realizar actividad física para mantener nuestro cuerpo en forma, tenemos que cuidar la cantidad y la calidad de sueño para que nuestro cerebro funcione adecuadamente. Todas estas acciones nos van a permitir vivir bien el día de hoy, pero también nos van a permitir ser más longevos y vivir en el futuro.

Lo mismo sucede con las empresas, para que puedan permanecer en el largo plazo, es imperativo que sobrevivan en el corto plazo. Uno de los factores en los que se tienen que enfocar para lograr esta sobrevivencia en el corto plazo es la liquidez; es decir, qué tan fácil pueden hacer frente a sus obligaciones en un plazo corto de tiempo.

Por ejemplo, vamos a suponer que le debemos $10,000 pesos a nuestro proveedor y les tenemos que pagar el día de mañana, pero en la empresa disponemos únicamente de $8,000 pesos en efectivo. Esto significa que, si todo lo demás se mantiene constante, vamos a quedar mal con nuestro proveedor y no le vamos a poder pagar el monto total que le debemos, con el costo que esto implique para la empresa (si no le pago a mi proveedor, ¿me seguirá dando crédito?, ¿me seguirá vendiendo?). Claro, hay formas de solucionar esta situación y tienen también un costo para la empresa, se podría pedir un préstamo y pagar los intereses correspondientes o se podría vender algún activo.

En la situación extremadamente simplificada que se acaba de describir, la empresa no puede hacer frente a sus obligaciones de corto plazo con el efectivo disponible y eso significa que no tiene liquidez. Si se mantiene esta situación, llegará el momento en el que ya no podrá sobrevivir y tendrá que cerrar, eliminando todas las posibilidades de permanecer en el futuro.

Incluso eso nos puede suceder también a nivel personal, si realizamos compras a meses sin intereses, pedimos prestado a amigos o familiares y la cantidad de efectivo que recibimos en menor a las deudas que hemos adquirido, llegará el momento en el que no podremos pagarlas.

De ahí la importancia de administrar muy bien los recursos y obligaciones de corto plazo de la empresa y asegurar así la permanencia de esta en el futuro. Algunas acciones generales que podemos llevar a cabo son analizar las entradas y salidas de efectivo de la empresa para definir el nivel óptimo de efectivo que debe tener la empresa para no caer en el supuesto que se mencionó anteriormente. También se podría buscar que el tiempo que se tarda en pagar a sus proveedores se más largo y el tiempo que se tarda en cobrar a sus clientes sea más corto, de manera que podría usar el dinero que cobra de sus clientes para pagar a sus proveedores.

Es importante mencionar que las estrategias dependerán de la industria a la que pertenece la empresa y su contexto particular.

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