“Al final, tenemos que entender que no todo lo malo se queda para siempre, y lo bueno no se construye solo.” Gabriela Ugalde, Líder Operación de Cuenta en Campus
La genealogía femenina nos permite recuperar las historias de diversas mujeres que han transitado a lo largo de los años en el Tecnológico de Monterrey. Conocer y compartir las vivencias de nuestras antepasadas para volver la mirada a las propias, genera un sentimiento de solidaridad, al hacernos conscientes de que estamos atravesadas por una condición de género compartida intergeneracionalmente. Comprender la historia de otras mujeres nos permite conectar con nosotras mismas a través de ellas.
En este recorrido de vida, las mujeres han sido testigos y protagonistas de numerosos cambios, muchas veces sin el tiempo suficiente para asimilarlos ni para hacer un balance entre lo que hemos ganado y lo que hemos dejado atrás. Sin embargo, estos procesos han permitido transformar formas de pensar, vivir y ser. En este proceso, la posibilidad de tomar decisiones sobre nuestras propias vidas y ser sujetas de derecho ha implicado enfrentar retos históricos. Por ello, no debemos olvidar que, si hoy podemos decidir, es porque alguien antes de nosotras luchó por ello.
En este contexto, el Tecnológico de Monterrey, campus Puebla, a través del proyecto Resistir en el andar: mujeres que transforman, se ha dedicado a recuperar y compartir las historias de las mujeres que han sido parte de su comunidad, reconociendo sus aportaciones en el deporte, la academia, la investigación, el arte, la cultura, entre otros. Pero más allá de su impacto en estas áreas, han sido ejemplo de liderazgo, demostrando cómo su trabajo y visión han sido clave para impulsar una transformación que ha dejado huella en distintos espacios.
A lo largo de este proyecto, se compartieron historias de vida trastocadas por la salud, la enfermedad, las emociones, la vida laboral y personal, los amores y los anhelos. A través de un taller de fotobordado, estas historias fueron tejidas de múltiples formas que hoy se exhiben en las salas del Museo Urbano Interactivo.
Al mismo tiempo, en estas salas, diversos relatos se presentan a través de soportes tecnológicos. En ellos, nuestras colegas comparten sus experiencias y nos invitan a reflexionar sobre sus desafíos, su capacidad de salir adelante y la manera en que han resistido ante los obstáculos impuestos por los mandatos de género. Al colocarse en el centro de su propia vida, han apostado por su desarrollo personal y profesional, transformando su realidad y la de quienes las rodean.
Para el Tecnológico de Monterrey recordar es honrar, y honrar es continuar. Recordamos cómo las historias de quienes nos precedieron siguen resonando en nosotras, evocamos sus nombres y sus vidas. Que ese recuerdo nos inspire, para que quienes vengan después nos encuentren de pie, con la misma fortaleza con la que ellas caminaron antes que nosotras.