En pleno 2024, vivir la universidad tiene múltiples significados que dependen de la historia y deseos personales de cada individuo: para algunos puede ser una mezcla fascinante de nuevas experiencias, conocimiento y crecimiento personal; para otros, las exigencias incesantes de una sociedad que nos pide productividad y excelente desempeño cuantitativo en trabajos, exámenes, proyectos, etc. les orilla a vivir periodos de estrés y ansiedad académicos que requieren atención por parte de sus redes de apoyo.

Atravesar por momentos de desequilibrio emocional en ocasiones es la causa del bajo rendimiento académico de los y las estudiantes. Es por ello por lo que en medio de estas disyuntivas emocionales, se ha vuelto necesario sacar del cajón y desempolvar los temas que refieren a la salud mental y al bienestar integral.

De acuerdo con el sitio TQueremos del Tec de Monterrey, bienestar integral es: “el estado de las personas y las comunidades que contribuye a su desarrollo consciente, constante y equilibrado en las dimensiones física, emocional, intelectual, espiritual, social, ocupacional y financiera, en armonía con su entorno. El bienestar integral nos permite evolucionar, acercándonos a un estado de plenitud, aportando de manera positiva al bien común”.

Pero, vamos por partes ¿cuáles son las maneras prácticas en las que los y las estudiantes pueden encontrarse de maneras efectivas con el bienestar y buscar este equilibrio?

Empecemos por el bienestar físico. Para nadie es novedad que hacer ejercicio, dormir adecuadamente y tener una alimentación saludable juegan un papel clave en cómo nos sentimos. Pero para ser honestos, entre los proyectos, los exámenes y las tareas, ¿quién tiene tiempo para un entrenamiento diario? La buena noticia es que no es necesario hacer un maratón. Caminar a tu salón, subir escaleras, practicar yoga en la sala de tu casa o salir a correr una vez a la semana cuenta. ¿Cuál es el truco? Encuentra algo que disfrutes, tu cuerpo lo agradecerá y tu mente también.

Cuidar tu mente es cuidar de ti, el calendario académico no tiene pausa, pero buscar y generar espacios para despejar la mente puede marcar la diferencia en el agotamiento mental. Encuentra y dale espacio a tus pasatiempos favoritos como leer por gusto, meditar, escribir, dibujar, cantar, tocar la batería, jugar una reta de básquet, o un juego de mesa con tus amigos. Todas ellas son maneras de relajar tu mente. Y por si necesitas un motivo más: cuidar tu bienestar mental es fundamental para mantenerte saludable.

El bienestar social implica crear y mantener relaciones humanas y conexiones significativas, es conectar con las personas adecuadas para construir un entorno seguro. Mantener una buena red de apoyo, sea en amigos, familia, o incluso grupos de interés en la universidad, puede ayudarte a sobrellevar los momentos más duros. En un mundo en el que cada vez nos encontramos menos conectados, haz la diferencia iniciando contactos humanos y empáticos con tu entorno.

Por encima de todo, recuerda que el bienestar no es una meta sino un viaje, un trayecto cargado de autoconocimiento, de empatía y de esfuerzo diario. Crear hoy hábitos que te ayuden a construir una vida digna, te será de utilidad no sólo para tener un buen desempeño en la universidad, sino para disfrutar del momento presente, de ti y de los tuyos, pero sobre todo para ver el futuro con más ánimo y enfoque.


Referencias

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores De Monterrey (202). Modelo de bienestar integral. TQueremos.

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