El obradorismo ha logrado posicionar un narrativa sobre la violencia en México: que los gobiernos anteriores le dejaron un país en llamas, que por esa inercia el 2019 fue el año con más asesinatos de la historia, pero que a partir de entonces la tendencia va a la baja. Y con eso rematan: la estrategia está funcionando.
Sin embargo, los datos oficiales muestran una realidad diferente: mientras los asesinatos bajan, las desapariciones suben. La lógica marca que tendrían que ir a la par: si baja la violencia es porque hay menos homicidios dolosos y menos personas desaparecidas. Pero en el obradorato sucede al revés. Bajan los asesinatos pero suben las desapariciones. Esto ha desatado la sospecha de que el gobierno está escondiendo asesinatos como desapariciones (apenas antier se informó que en un pequeño municipio de Chihuahua encontraron ¡72 cadáveres! en fosas clandestinas).
Recientemente se dieron a conocer los datos del 2024 del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que es el que usan tanto el gobierno como las organizaciones especializadas en temas de violencia.
¿Qué dicen los datos del Secretariado Ejecutivo? Que 2019 fue el año con más asesinatos: 34,723. Y que a partir del 2020, año con año, los asesinatos iban bajando hasta llegar a 29,713 en el 2023.
Pero en 2024 volvieron a subir. Fueron 30,057. Ahí hay, pues, una mentira en la narrativa: no es cierto que desde 2019 han ido bajando los homicidios dolosos. Se puede ver en la siguiente gráfica:
Pero la cosa se pone peor y el discurso oficial queda francamente resquebrajado cuando incluimos en el análisis las desapariciones. En el 2018 hubo 6,774 desaparecidos no localizados. En el primer año de AMLO, el 2019, hubo 8,625 casos, es decir 27% más. Entre 2020 y 2022 hubo altibajos: 7,994, 8,482 y 7,998. Pero luego las cifras se disparan y mucho: 10,287 en 2023 y 13,530 en 2024. Vea usted la gráfica a partir de los datos oficiales:
El gobierno de Claudia Sheinbaum lleva varias semanas presumiendo que los homicidios van a la baja. Y sí, con estos mismos números es cierto que los homicidios han bajado un 11% comparando 2018 con 2024. Pero también es cierto que en ese mismo periodo, las desapariciones han aumentado un 100%, ¡se han duplicado!
Con los mismos datos oficiales se puede hacer un comparativo más justo: sumar asesinatos con desapariciones, y tomar el resultado como un solo número. En 2018 fueron 40,516. En 2019 se rompe récord y brinca a 43,348. Después vienen tres años en los que van disminuyendo, pero en 2023 se rompe la inercia a la baja y en el 2024 se dispara a 43,587, que es el número más alto en la historia. Vea los datos:
Dos conclusiones. Primera, que esto es un serio indicativo de que existe una manipulación de los datos oficiales y una tramposa narrativa de supuesta eficiencia en la estrategia contra la violencia. Y segundo, que 2024 ha sido el año más violento de la historia. Así dejó López Obrador al país.
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