Una de las características de nuestro México es exportar, en ocasiones por razones positivas, otras por motivos penosos. Automóviles, autopartes, electrodomésticos, productos minerales, café, tequila, aguacate, frutas, hortalizas, instrumentos médicos, camiones de reparto, etcétera, son parte del orgullo mexicano: exportamos productos hechos en nuestro país. Ésa debe ser una de las razones por las cuales se considera que nuestra nación es la quinceava economía del mundo. Las estadísticas y las clasificaciones en ocasiones son incomprensibles.
De ser veraz la afirmación previa es difícil entender por qué, de acuerdo al Consejo Nacional de Evolución de la Política de Desarrollo Social, tanto la pobreza como la pobreza extrema han aumentado en los últimos años; en 2020, 44% de los mexicanos pervivían en condiciones de pobreza y 8.5% en situación de pobreza extrema. Conclusión: entre los tres partidos que han regido el destino de México en los últimos sexenios, el número de connacionales sin esperanza ha aumentado.
Tanto el PAN, como el PRI y Morena han fallado: el 53% de la población es pobre. ¿Cuál de los tres partidos políticos ha sido el peor? Para quienes subsisten con dificultad uno es peor que el otro y el otro peor que los otros dos.
México también es uno de los grandes exportadores de sereshumanos. Sobresalen dos grupos. El primero lo constituyen las personas que cruzan la frontera hacia Estados Unidos; indocumentados de acuerdo al argot común, desmexicanizados de acuerdo a la realidad. Dicho grupo arriesga su vida en busca de futuro, tanto para ellos como para sus familiares, futuro inexistente en su país. Se calcula que en la actualidad en EU hay cerca de 40 millones de mexicanos; 97% de los mexicanos que han emigrado viven en EU, es decir, es la mayor de nuestras diásporas; aunque las cifras varían, cerca del 10% de la población estadounidense tiene su origen en México, ya sea por haber nacido en nuestra nación o por ser hijos de padres mexicanos/estadounidenses; losdesmexicanizados son una suerte de héroes: sus remesas suman más que las aportadas por dos de nuestros pilares, el petróleo y el turismo, aunque, como se sabe, el monto económico de las narco transferencias se mezcla con las de los trabajadores.
Los desmexicanizados son una suerte de héroes: sin sus divisas muchos connacionales enfermarían “más” y otro tanto fenecería debido a la patología denominada pobreza. Dicho grupo, además, es fuente de ayuda para sus lugares de origen; reconstruyen iglesias, parqués y canchas de deportes.
México también exporta ex presidentes. Quizás ocupemos el primer lugar mundial en ese rubro. Nuestra diferencia con Perú es clara: mientras que en esa nación hay cinco ex mandatarios en la cárcel, amén de que uno más, Alan García se suicidó, nosotros tenemos por ahora a tres ex mandatarios en el extranjero; en poco tiempo contaremos con cuatro ya que Felipe Calderón se agregará a la lista. Ernesto Zedillo, Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto y Calderón huyeron de su país. No existe en el abundante léxico español la palabra exacta para describir la acción de un ex presidente que abandona a sus connacionales después de seis años de desgobernar, robar, corromper, fundar un Estado fallido, permitir el florecimiento del narcotráfico, ser uno de los países líderes en personas desaparecidas, incrementar la pobreza y, por el espacio, etcétera. ¿Cómo denominar al cuarteto previo?, ¿cómo?...
Los trabajadores que migran para sobrevivir y ayudar a sus familias son fuente de orgullo. A los cuatro ex mandatarios que se fugaron de su país les debemos el deshonor de ser el primer lugar mundial en exportar presidentes.
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