El reporte de Goldman Sachs es muy claro: la votación de los diputados en contra de la reforma eléctrica fue quizás la mayor derrota política del presidente Andrés Manuel López Obrador desde que asumió el cargo. El banco cree que es probable que esta derrota del presidente impulse a la oposición a permanecer unida para las elecciones locales de este año y probablemente hacia las de 2024.
La derrota fue no solo por quedarse corto en los votos para que se pudiera modificar la Constitución. La derrota fue también moral. Quedó al desnudo que el presidente no solo es igual a los de antes, que tanto le gusta denostar, es peor.
Dijo el presidente en su mañanera del lunes posterior a la derrota que “lo que no suena lógico, suena metálico”, en referencia a que los 223 diputados de la oposición que votaron en contra de la Ley Eléctrica recibieron dinero por su voto. Los acusó de vendepatrias y traicioneros a la nación. Esto cuando el único caso claro de una compra de un voto fue el del diputado, Carlos Aysa Damas, del PRI, quien se cambió a Morena y votó a favor de la iniciativa presidencial para que su papá, Carlos Miguel Aysa, sea el nuevo embajador de México en República Dominicana.
A los diputados del PRI los llamó paleros del PAN por haber votado todos en el mismo sentido, en contra de su iniciativa. Pero ¿que no son más paleros los del Verde, paleros de Morena, por haber votado este domingo en contra de una iniciativa que en 2013 apoyaron? Tan paleros de Morena resultaron los del PVEM que terminaron por expulsar a la única de sus legisladoras que no quiso votar como borrego, a Alexis Gamiño. Así, la alianza Juntos Hacemos Historia quedó con un escaño menos en la actual legislatura. Ganaron al vendido de Aysa; perdieron a Gamiño y a Andrés Pintos, que también abandonó el barco del Verde para irse a Movimiento Ciudadano y también votó en contra. En un momento en el que cada voto resulta valiosísimo, a la derrota del presidente hay que sumarle que su coalición se quedó con un legislador menos.
Tras la votación, los dirigentes del PAN, PRI y PRD, así como el Coordinador de MC en el Senado advirtieron que la misma suerte que la Ley Eléctrica pueden sufrir las reformas constitucionales de la Guardia Nacional y la electoral, que ha prometido enviar López Obrador al Congreso. Esto puede llevar a un status-quo legislativo que, siendo el mejor escenario para México, sería el peor para un presidente que quiere a toda costa transformar al país.
Sin diálogo y pretendiendo imponer a capricho su voluntad, el presidente no podrá hacer los cambios constitucionales que quiere. El dirigente de Morena, Mario Delgado, dijo que López Obrador sale ganando con el rechazo y que la oposición se someterá al juicio de la historia y de los electores. No estoy segura si eso lo dijo todavía con su traje de baño puesto, ya que el domingo se le vio así vestido a su llegada a la Ciudad de México de sus vacaciones en Puerto Escondido, pero el primer juicio de los electores ya se vio en 2021 cuando Morena perdió 58 diputados y con ello quedaron imposibilitados de hacer los cambios que ahora quieren pasar “a chaleco”, como se dice coloquialmente.
Tiendo a coincidir más con el análisis de Goldman Sachs que con el de Mario Delgado respecto a si el voto de rechazo a la Ley Eléctrica ha sido una derrota o un triunfo para el presidente López Obrador.
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