El artista Pepx Romero estuvo acompañado de otras tres personas por una hora en el Museo Nacional de Antropología, tiempo en el que recorrió cinco salas y pudo “tocar con los labios” alrededor de 30 piezas arqueológicas; sin embargo, Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dijo que no hubo daños hacia las piezas y que aunque se llevó a cabo esta acción por parte de Romero, no hubo “ninguna falla en los sistemas de seguridad” del Museo al que catalogó como el “más seguro” de todo el país.
“En ningún museo del mundo cada visitante tiene un vigilante a su lado. Esta persona (Romero) se introduce al museo con tres acompañantes, cuya función era estar dando aviso para el caso de la aproximación de algún vigilante. Acercarse a una pieza a una distancia tan cercana no es correcto, pero en cualquier museo del mundo es posible. Afortunadamente, en este caso, las aproximaciones no causaron daños, como sí en otros recintos culturales. No pensamos que haya habido ninguna falla en los sistemas de seguridad, porque no estuvimos frente a un comportamiento de daño (hacia las piezas). Hay que ir revisando nuestros esquemas”, dijo Diego Prieto.
Ante la insistencia de los representantes de medios de comunicación, el director del INAH ofreció una conferencia de prensa, luego de que se diera a conocer a través de redes sociales que Romero estuvo en el Museo Nacional de Antropología (MNA) para besar y lamer diferentes objetos prehispánicos, entre ellos, El Luchador, escultura de la cultura olmeca.
Presupuesto del Museo Nacional de Antropología para vigilancia
Durante una hora, Pepx Romero y sus acompañantes pudieron recorrer cinco salas y tener contacto con cerca de 30 objetos arqueológicos de los más de 8 mil que se encuentran exhibidos actualmente en el MNA.
“Tan sólo en la sala mexica hay expuestos mil 500 objetos arqueológicos. Es muy difícil el cerco uno a uno, como se antojaría. Desde el área de monitoreo hay un par de personas que se turna para el monitoreo de las pantallas. Por cuestiones de seguridad nunca hemos dicho el número de cámaras que tenemos operando en el museo, pero puedo asegurar que son más de 250 de última generación”, apuntó el director del museo.
Explicó que actualmente el recinto está resguardado por 111 elementos: “Cada día hay 65 elementos repartidos en todo el museo. Ellos se encargan de vigilar el bienestar del museo en todas su áreas, no sólo las salas de exposición permanente”.