Ciudad Juárez.— Con las banderas de su país de origen, decenas de personas en situación de movilidad que habitan en la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, participaron ayer en un Viacrucis.

“Construir el futuro con los migrantes y con los refugiados”, fue la frase con la que se dio inicio al Viacrucis, el cual se realizó en el patio del albergue juarense, que durante años ha dado hogar a miles de personas que tienen un mismo objetivo: llegar a Estados Unidos.

En cada una de las estaciones que fijan el paso de la Pasión de Cristo, personal de la Casa delMigrante relató el pesar que viven las personas, que por diversas circunstancias deben dejar su lugar de origen.

En la primera estación se destacó que “la situación de pobreza por la que atraviesa nuestro país provoca expulsión natural de nuestros hermanos por no encontrar espacios ni oportunidades para lograr el desarrollo personal, familiar o social.

“Como ser humano, Jesús vivió el sufrimiento y la inestabilidad propia del vivir lejos de su tierra natal. Como personas de fe, tenemos que buscar formas concretas de transformar las realidades injustas”.

En otras de las estaciones recorridas, se recordó que los migrantes son traicionados y violentados en sus derechos fundamentales, muchas veces por sus mismos paisanos y amigos.

“Se les somete a tratos crueles y degradantes, son arbitrariamente detenidos y encarcelados. No se respeta su derecho a circular con libertad y elegir el lugar de su residencia”, se leyó en una meditación de las estaciones recorridas.

El sacerdote Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL que fueron alrededor de 55 personas las que participaron en la actividad, entre niños, familias, jóvenes y personas mayores.

Ante esto, señaló que hubo participación de personas de origen mexicano, haitianos y algunos centroamericanos.

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