Rafael Caro Quintero, alias el "Narco de Narcos", fue detenido por efectivos de la Secretaría de Marina (Semar), en un operativo realizado en el municipio de San Simón (Choix), Sinaloa.
Caro Quintero cuenta con dos órdenes de aprehensión en su contra en México, así como con una orden de extradición a Estados Unidos. Estaba prófugo desde 2013, cuando consiguió su libertad por decisión de un juez. Posteriormente se ordenó su detención de nuevo.
En torno a Rafael Caro Quintero, líder fundador del Cártel de Guadalajara, existe una gran cantidad de historias. Algunas de ellas se han convertido en mitos.
Una de las historias que se cuentan en torno a Caro Quintero tiene que ver con que ofreció al entonces presidente, Miguel de la Madrid, pagar la deuda externa de México.
Al respecto, el propio narcotraficante desmintió que hubiera realizado esa oferta o que se hubiera reunido con el Presidente.
La historia al respecto la recoge el periodista J. Jesús Lemus en su libro "Los Malditos. Crónica negra desde Puente Grande", editado por Grijalbo.
Lemus fue detenido en 2008; el reportero michoacano fue privado de la libertad por policías ministeriales guanajuatenses quienes lo torturaron por días para obligarlo a firmar una confesión en la que se reconocía como líder de una célula criminal que operaba en la entidad.
Fue encarcelado primero en el penal de Puentecillas, Guanajuato, y posteriormente en Puente Grande, Jalisco, cárcel en la cual conoció a Caro Quintero y otros reos que se encuentran recluidos en dicho penal.
Sobre sus conversaciones con el líder del Cártel de Guadalajara, Lemus cuenta lo siguiente:
–Oiga, Don Rafa, ¿es cierto que usted ofreció una vez pagar la deuda externa de México?– me atreví a preguntarle en una ocasión.
Soltó una risita y se me quedó viendo con esa mirada que a veces dejaba caer sobre sus interlocutores, que nunca supe bien si era de conmiseración o de paciencia, pero que de alguna forma era el preámbulo a una respuesta tan conocida por tantas veces respondida para sí mismo.
–No, yo nunca dije que pagaría la deuda externa, eso es fama que me hicieron.
–En todo el país se dice –insistí– que usted le ofreció a un presidente de la República saldar la deuda si lo dejaban trabajar sin molestarlo.
–No, esos son inventos de la gente –continuó sin desvanecer aquella sonrisa dibujada en suys labios–, eso salió de una plática que sostuve, ya estando detenido, con un agente del ministerio público, que me preguntaba por mis propiedades y yo por salir del paso le dije que tenía hasta para pagar la deuda externa.
–¿Usted nunca habló con el Presidente de la República?
–No, todo eso es mentira, son puros cuentos de la gente que le gusta inventar cosas; y más cuando uno está aquí, que no puede desmentir a nadie.