Con un déficit de cerca de 18 millones de pesos, pues la feria representó una inversión de más de 105 millones 900 mil pesos y tendrá ingresos apenas superiores a los 87 millones 21 mil pesos, la 35° Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) concluye hoy con la confianza de que en su edición de 2022 y a más tardar en la edición de 2023, pues “dicho déficit podrá ser abatido, amortizado, con el flujo del siguiente año, en razón del éxito que están teniendo las editoriales con su presencia”, afirmó Raúl Padilla, presidente de la FIL, al hacer el balance de esta edición.
El promotor cultural aseguró en conferencia de prensa que en un ejercicio de transparencia, el déficit en gran medida se debe a que sí, “tuvimos que solidarizarnos con la industria editorial nacional y mundial para que pudieran venir, haciéndoles importantes descuentos”, una industria a la que le fue muy bien, pues a decir de los propios editores, durante el primer fin de semana de la Feria, tuvieron ventas 50 y hasta 60% más que en el mismo periodo de 2019.
Y dio la bienvenida a Sharjah, el emirato árabe que será el País Invitado de Honor a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2022; y agradeció el compromiso de Perú, quien fue el País Invitado de Honor de esta edición de la FIL que hoy concluye con un protocolo sanitario estricto que permitió un límite de 225 mil visitantes a lo largo de los nueve días de feria –en 2019 casi fueron 850 mil asistentes--, más los 35 mil visitantes estimados que visitaron la FIL Niños que se realizó en una sede alterna que tuvo la FIL en el Centro Cultural Universitario, durante solo cuatro días, más las 2 mil 400 que se congregaron en los salones del Hotel Hilton sonde se realizaron varios eventos, y las mil 200 personas que acudieron a las diversas actividades en centros universitarios.
“Lo que nos arroja para esta feria un total de 251 mil 900 asistentes que confirman el agrado con los que los lectores hemos recibido el regreso a lo presencial de la feria, si distantes de los 850 mil que ya nos estaban visitando a años anteriores a la pandemia”, señaló Raúl Padilla, quien dijo que esta FIL no se ha politizado, que más bien la Feria ha sido un punto de encuentro de las ideas, del pensamiento, desde su nacimiento.
“Desde un principio venimos haciendo lo mismo, que de tanto en tanto lo que sucede en esta FIL irrita o molesta a algunos sí ha sucedido pero desde el principio; la crítica, el señalar ideas, el expresarlas, pues de tanto incómoda al poder, como históricamente le ha incomodado al poder lo que desde una universidad se genera; la crítica es una obligación de las universidades, y si de tanto en tanto pues eso molesta al poder, lo sentimos mucho, no lo hacemos con esa intención, sino con la intención de asegurar que todas las ideas sin cortapisa y con absoluta libertad se pueden expresar dentro de esta feria”, afirmó Padilla.
Raúl Padilla, presidente de la FIL Guadalajara, recordó que en 2020 cuando la Feria se trasladó completamente a lo virtual, lograron llegar a 21 millones de personas y registrar un total de 5 millones 400 mil reproducciones de nuestros contenidos, “este año cuando solo el 30% de las mil 621 actividades fueron virtuales del programa, los estrenos en línea y las transmisiones en vivo de los eventos presenciales tuvieron un alcance de 18 millones 739 mil 726 personas, hasta el corte de hace unos momentos, personas en 30 países”.
Padilla aseguró que aunque seguirán haciendo esta feria presencial, la virtualidad llegó para quedarse y seguirá siendo nuestra ventana para el resto del mundo; esta vez fueron más de 500 eventos virtuales y transmisiones de eventos presenciales.
El promotor dijo que este año ha sido particularmente difícil por el impacto de la pandemia y me parece importante señalar que según la oficina de visitantes y convenciones de Guadalajara la feria genera una derrama de 700 millones de pesos en estos diez días, y esa cifra contribuye con la reactivación económica tan necesaria para el estado.