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Este es el hospital donde murió uno de cada cinco pacientes con Covid-19

El Gobierno de Jalisco le invirtió 262 millones de pesos al hospital privado Ángel Leaño para atender la pandemia, pero no lograron contratar a los médicos que necesitaban y el hospital terminó siendo subutilizado

FOTOGRAFÍA: ADOLFO VALTIERRA / Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad
07/08/2021 |10:25

Es octubre de 2020 y falta media hora para las dos de la tarde en el Hospital Ángel Leaño y las camionetas de Conexión Médica de la ruta D salen vacías, apenas el conductor ocupa un asiento. Es el cambio de turno, pero ningún médico ni enfermera se subió al servicio de transporte que el gobierno de Jalisco montó para protegerlos después de 32 ataques con agua clorada a personal de salud en Guadalajara.

La imagen dista de parecerse a la del Hospital General 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social, o del Hospital General de Occidente de la Secretaría de Salud Jalisco, donde las enfermeras corren para alcanzar las camionetas amarillas que el gobierno dispuso.

La única imagen que comparte el Hospital Ángel Leaño es la carroza fúnebre en la entrada vehicular del hospital que aguarda la salida de los pacientes fallecidos, ya que en ese hospital murieron 149 pacientes de 522 hospitalizados entre el 1 de junio y el 30 de diciembre, según respuestas a solicitudes de transparencia. Es decir, la letalidad fue del 28 por ciento, mientras que en los hospitales de la Secretaría de Salud Jalisco fue del 7 por ciento en ese mismo lapso.

Ocho meses y 262 millones de inversión antes, el hospital estaba en el abandono: los matizales crecían áridos en los alrededores en el norte de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Al interior, los techos de plafones colgaban derruidos, las baldosas de los pisos se amontonaban levantadas y rotas, las instalaciones desmanteladas o fuera de servicio como las eléctricas, de iluminación y las hidráulicas. Las instalaciones mostraron dos años de abandono, ya que tampoco tenía transformadores, ni herrería, ni impermeabilizado, ni baños, ni lavamanos, menos contaba con la infraestructura para la distribución de gases medicinales, según menciona el contrato de comodato.

Hasta que el 3 de abril, la Universidad Autónoma de Guadalajara, una institución privada, entregó en comodato las instalaciones del hospital al gobierno del Estado que tenía la idea de despresurizar el sistema de salud en los otros hospitales públicos que atendían la enfermedad, como el Hospital General de Occidente, los hospitales civiles y los hospitales generales 110 y 46, estos dos del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Según el acuerdo de autorización de gasto PF-AAG-133-300-172/2020 publicado por la Secretaría de la Hacienda Pública, el Hospital Ángel Leaño tenía “por objeto ser la sede alterna para la atención del Covid-19 con una capacidad aproximada de 500 a 600 camas para pacientes no graves y alrededor de 60 a 80 camas para terapia intensiva”.

Esa misión no se cumplió, ya que de las 16,339 hospitalizaciones por Covid en hospitales públicos de marzo de 2020 a enero de 2021, en el Hospital Ángel Leaño solo se atendió al 3.1 por ciento de esos pacientes.

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Cuando el coronavirus era una enfermedad que apenas había infectado a 400 personas en Jalisco -en abril de 2020- el Organismo Público Descentralizado Servicios de Salud Jalisco, presupuestó 177 millones de pesos del erario público para los primeros tres meses de operación del Hospital Ángel Leaño –11 por ciento de ese presupuesto se gastó en obras de adecuación, además de 85 millones donados por la iniciativa privada para vestir al hospital con 400 kits que incluían: una cama hospitalaria mecánica, un porta suero con ruedas, una mesa hospitalaria bajo puente, una banqueta de altura y un bote contenedor de basura.

Alfonso Petersen, vicerrector de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Guadalajara, y ex secretario de salud en dos administraciones, encabezó una rueda de prensa el 16 de abril de 2020 en la que lanzó una convocatoria para contratar a 178 médicos que no tendrían prestaciones ni seguridad social.

La prensa local reportó que el Hospital Ángel Leaño estaba listo para recibir pacientes a finales de abril de 2020. Pero un mes más tarde, y sin ninguna explicación, el secretario de Salud, Fernando Petersen Aranguren anunció un cambio en la estrategia: designó otro hospital Covid exclusivo como parte del Plan de Reconversión Hospitalaria y el Hospital Ángel Leaño dejó de ser prioritario en la atención en Jalisco. Hasta entonces no habían logrado contratar a los 178 médicos que se plantearon y solo lograron reclutar a 87 médicos.

“Se ha decidido comenzar a tener hospitales exclusivos de Covid, el primero de estos es el Hospital Geriátrico anexo al Hospital General de Occidente, esto para quitar carga de pacientes Covid-19 al Hospital General de Occidente y a los hospitales civiles, así como recibir pacientes del interior del estado”.

Un jefe de área del Hospital General de Occidente que también trabaja en el Hospital Geriatrico, y quien pidió resguardar su identidad, dijo: “ya teníamos una escasez de personal que venimos arrastrando tiempo atrás por la razón de que no se sustituyen muchas veces al personal que se jubila porque no existe no sé si la voluntad, o las ganas, a pesar de que se pide necesito un médico aquí, un urgenciólogo allá, un terapista”.

Escasez de personal anunciada

Aunque de junio a diciembre de 2020, el promedio de camas ocupadas en el Hospital Ángel Leaño fue de 34 pacientes, según respuestas a solicitudes de transparencia, el personal de salud que trabaja ahí estaba agotado por las extenuantes horas de trabajo que pasaban y el poco personal que el Organismo Público Descentralizado Servicios de Salud Jalisco contrató para atender en ese hospital.

En octubre de 2020, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad entrevistó a un enfermero del Hospital Ángel Leaño, de quien se omite su nombre para proteger su identidad. Su último turno antes de la entrevista lo trabajó de 12:30 de la madrugada a ocho de la mañana y estuvo expuesto al Covid-19 tres horas y media más de las cuatro recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.

– De hecho tu servidor acaba de salir de trabajar, yo ayer tuve una exposición de que entré a las 12:30 y salí a las 8 de la mañana.

– ¿Y eso por qué pasa?

– Ahorita está pasando mucho por falta de personal.

– Pero abrieron una convocatoria para médicos y personal de salud ¿no llegaron?

– Desgraciadamente, la Secretaría de Salud no tiene ahora sí que una estabilidad laboral que ofrezca a sus empleados.

– ¿Entonces prefieren irse a otras instituciones porque tienen más seguridad?

– Claro, tienen menos exposición, el sueldo es un poco mejor y tienen más estabilidad laboral, te digo un ejemplo, ahorita nosotros tenemos contrato, el más piojo es uno del 15 de octubre al 31 de octubre, 15 días nos contrataron solamente, así nos manejaron el último contrato. Tenemos compañeros que incluso trabajan en otras instituciones y ahí también con nosotros y dicen “Oye, pues yo estoy acá en tal hospital y allá yo trabajo, ingreso cuatro horas al área Covid directamente y aquí me meten ocho o nueve horas”.

Un médico cirujano que trabajó en el equipo Covid en el Hospital Ángel Leaño, que pidió no ser identificado, mencionó en octubre que “a lo que nos enfrentamos es a la falta de personal. Hace unas semanas salió una noticia que decía que el hospital tenía una ocupación del 10, 12 por ciento, a número crudos pues sí, pero no tenemos más personal, no es sencillo reclutar al personal pese a que ha habido varias convocatorias”.

Los médicos especialistas no reaccionaron a la convocatoria del gobierno estatal porque tanto el sueldo como la seguridad laboral de un empleado en una institución pública federal es mejor, por eso el personal de salud prefería irse a instituciones federales que al Hospital Ángel Leaño, menciona un médico especialista en nefrología del ISSSTE. “Como médicos especialistas con la mano en la cintura renuncian porque por medicina privada o en hospitales federales sacan eso y más. No tienen la necesidad económica de aguantar la chinga (sic)”.

El acuerdo de autorización de gasto para adquirir deuda del 7 de abril de 2020 publicado en el Periódico Oficial de la Federación, menciona que en el Ángel Leaño tendría 60 camas de terapia intensiva. Pero para que esas camas hubieran sido ocupadas por enfermos graves de Covid-19, solo en el área de terapia intensiva el estado debió haber contratado 65 médicos especialistas para atender los tres turnos, obedeciendo la norma internacional de pacientes en cuidados intensivos que establece que un médico puede atender hasta cuatro pacientes.

Sin embargo, el OPD Servicios de Salud Jalisco solo contrató para el Hospital Ángel Leaño a 15 médicos especialistas y 67 médicos generales, de los cuales hasta octubre al menos ocho habían renunciado, según respuestas a solicitudes de transparencia.

En Jalisco, según el Censo Hospitalario de 2018, había 6,449 médicos –se desconoce cuántos de ellos son especialistas-, y para la pandemia, la Secretaría de Salud Jalisco  contrató 253 nuevos médicos, de los cuales el 26 por ciento fueron médicos especialistas. Las contrataciones se repartieron de la siguiente manera:

De acuerdo con un comunicado del Gobierno del Estado, en una primera etapa colocaron 265 camas en el Hospital Ángel Leaño que provenían de los 85 millones de pesos de la iniciativa privada. Pero según una respuesta a una solicitud de transparencia  a Servicios de Salud Jalisco al Hospital Ángel Leaño llegaron 400 camas.

A finales de octubre, el edificio de cuatro pisos solo tenía habilitada la planta baja y el piso uno, de acuerdo a dos médicos y un enfermero consultados para esta investigación. La administración del Hospital Ángel Leaño no respondió a las solicitudes de entrevista que Mexicanos Contra la Corrupción efectuó para preguntar dónde había quedado el resto de camas y por qué uno de cada cinco pacientes hospitalizados murió.

En el marco de la atención por la pandemia del Covid-19, los dos hospitales Civiles de Guadalajara –el Fray Antonio Alcalde y el Juan I. Menchaca– recibieron del Gobierno del Estado 68 millones menos que el Hospital Ángel Leaño pero atendieron a 1,018 pacientes más de Covid-19.

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El Plan de Reconversión y  Escalamiento Hospitalario en Jalisco estableció que “algunas unidades tienen mayor demanda en función de la densidad de población o derechohabiencia”. Ante esto, el gobernador dijo que aligeraría la carga que tuvieran hospitales como el 110 y el 46 del IMSS y derivaría pacientes a la infraestructura de salud del Estado. Sin embargo eso no sucedió.

A pesar que los artículos 147 y 149 de la Ley de Salud del Estado de Jalisco establecen que las autoridades sanitarias estatales coordinarán sus actividades con otras entidades públicas y privadas para la investigación en la lucha contra las epidemias, todos los recursos médicos y de asistencia social de los sectores público, social y privado, en la práctica esto no sucedió.

Mientras el Hospital 110 y el 46 del IMSS tenían una ocupación de por lo menos del 76 por ciento y el Hospital Ángel Leaño tuvo una ocupación de junio a diciembre de menos del 10 por ciento, no hubo ningún traslado del IMSS al Leaño, de acuerdo a respuestas de solicitudes de transparencia.

Por el contrario, el Hospital Ángel Leaño derivó a 60 pacientes de los 522 hospitalizados a otros hospitales para su atención, 34 de ellos fueron llevados al IMSS 110, al IMSS 46 o al Centro Médico Nacional de Occidente y 26 traslados al Hospital General de Occidente.

Camas reportadas en: Jalisco


El 5 de enero de 2021, siete meses después del arranque de operaciones del hospital Ángel Leaño, en un intento de cooperación estatal y federal, el gobernador Enrique Alfaro anunció que la Secretaría de Salud Jalisco, a través del Hospital Ángel Leaño, destinó un piso para la atención de pacientes Covid-19 con 72 camas, con el objetivo de despresurizar al IMSS (sic).

Sin embargo, al día siguiente, la titular del IMSS Jalisco, Edith Bermúdez aclaró que sólo se trataba de la posibilidad: “de suscribir un convenio con el gobierno del estado, para que ante la falta de capacidad que ellos (SSJ) pudieran tener, los apoyemos con la operación de un piso en el Ángel Leaño”. Aunque esta cooperación nunca sucedió.

Mientras, el personal de salud seguía laborando en condiciones de mucho agotamiento en el Hospital Ángel Leaño.

Uno de los enfermeros consultados para esta investigación vio desfallecer por cansancio y asfixia a sus compañeros, dice que el hospital Ángel Leaño olía a cloro y muerte.

– De acuerdo a la normativa digamos los estándares que maneja el personal, debería de tener digamos de tres a cuatro pacientes por personal médico, personal de enfermería. En mi caso te puedo comentar la guardia pasada yo tuve 12 pacientes para mí solo, entonces la presión pues sí es mucha porque pues se te complica un paciente pues ya olvidaste a los once más porque te tienes que dedicar a ese.

– ¿Y eso por qué pasa?

– Ahorita está pasando mucho por falta de personal.

El 28 de abril de 2021, el Hospital Ángel Leaño dejó de atender pacientes, pero el contrato de comodato se extendió hasta finales de junio por si el aumento de casos obligaba a reabrirlo. El personal fue despedido y ese mismo día organizaron una manifestación afuera de Casa Jalisco para exigir su reubicación y una indemnización.

El gobernador de Jalisco anunció el 21 de julio de 2021 que 390 trabajadores que trabajaban en el Hospital Ángel Leaño y el Hospital General de Occidente fueron recontratados y reubicados.