Eliminar la figura de la subcontratación (outsourcing) en México puede generar un conflicto en términos de los acuerdos comerciales internacionales que tiene el país, dijo Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios del Empleo Formal (CEEF).

Esta práctica laboral, reconocida como sólida y útil por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), es utilizada por las empresas cuando ingresan a otros mercados y operan tanto en Estados Unidos como en otros países.

La señal que México envía al mundo con esta reforma, publicada este viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), “será contraria al espíritu de utilizar los esquemas de trabajo flexible para generar empleos formales”, afirmó Leñero.

“Podría situar en su peor momento al comercio entre Estados Unidos y México, que representa un ingreso del orden de 628 mil millones de dólares”, reconoció.

De acuerdo con el Departamento de Comercio de EU, las exportaciones de bienes y servicios a México respaldan más de 1.2 millones de empleos, de los cuales 968 mil corresponden a envíos de bienes y 201 mil respaldados al segmento de servicios.

Agregó que Estados Unidos lidera la inversión extranjera directa en México, especialmente en áreas como automotriz, tecnología, ciencia y aeroespacial, en donde se utilizan tanto el outsourcing como el insourcing como herramientas importantes.

Dijo que las empresas estadounidenses ven esta reforma como un impacto directo en las relaciones bilaterales.

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