A un costado de la Estela de Luz, en cuya explanada se encuentran placas en memoria de víctimas de desaparición en México, el padre Jorge Atilano González Candia, condenó el asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, al interior del Santuario Comunitario de Cerocahui, Chihuahua.
"Estamos en una diversidad de credos religiosos, Unidos por el deseo de justicia, reconciliación y de paz, un deseo que surge de lo profundo del corazón ante la sangre que día con día se derrame en el país. Desde aquí nos unimos a la oración que en muchos lugares del país se realiza en las iglesias y en las plazas", expuso ante una centena de asistentes, quienes conformaron una media luna en la que colocaron fotografías y veladores de sus amigo y familiares víctimas de la violencia.
Con ese acto, inició la llamada Jornada de Oración por la Paz. El padre González Candia, sostuvo que el asesinato de los misioneros jesuitas, está abriendo en México una puerta para la paz.
"Por eso convocamos a una oración en este lugar, que representa el dolor del pueblo mexicano por sus muertos. Hoy nos tocó a los jesuitas traer a nuestros muertos a este lugar, desde aquí queremos hacer memoria de tantas víctimas de la violencia, y pedir su ayuda en oración para emprender un camino para la paz", puntualizó, y pidió un minuto de silencio.
El sacerdote advirtió que la violencia que hoy vivimos en el país, "es compleja y brota por todos lados".