Apartir de esta semana, niños y adultos podrán conocer y aprender cómo fue la era del pleistoceno en Santa Lucía, en el Estado de México, en el predio donde se construye el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Fue así que este 10 de febrero abrió sus puertas el recinto Tierra de Gigantes, Quinamétzin, en la Base Militar Número 1 de Santa Lucía.

Se trata del Museo Paleontológico del Mamut, con ocho salas de exposición permanente y temporal, en donde se albergan restos óseos y objetos de entre 10 mil y 25 mil años de antigüedad, encontrados en la cuenca del Valle de México, formada por los lagos de Texcoco, Chalco, Xochimilco, Zumpango y Xaltocan.

Esculturas de mamut, bisonte, camello americano, tigre diente de sable, león sin melena, perezosos, entre otros animales, son exhibidos en las salas ya inauguradas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el marco del 107 aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).

En la entrada principal del inmueble, los visitantes serán recibidos por una réplica de una hembra de mamut del periodo pleistoceno, y en la primera sala del mismo, podrán conocer sobre el origen de la cuenca del Valle de México, además de apreciar una maqueta con las especies que la habitaron en la era glaciar.

En otra área, se expone un esqueleto de mamut colombino, en el que se proyectan las dimensiones físicas que llegaron a alcanzar estos animales; huesos que en su mayoría se encontraron en los frentes de obra del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

En más de 129 sitios de la Base Militar Número 1, los trabajadores descubrieron restos de más de 700 mamuts, de camellos, caballos americanos, bisontes, antílopes, aves y peces rescatados por personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con ayuda de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). De acuerdo con autoridades militares, más de 70 mil restos y piezas están resguardados y en proceso de restauración.

En la sala Sendero de la fauna del pleistoceno se exhiben las especies mencionadas, acompañadas de sonidos y ambientes propios de la era en la que habitaron la cuenca del Valle de México.

“La preservación de los restos óseos recuperados representó un reto importante, ya que fueron extraídos del ambiente en el que habían permanecido durante miles de años”, señala una de las placas del recinto.

El Museo del Mamut también cuenta con un espacio interactivo, donde se explica la transformación que tuvieron las especies que habitaron en el periodo del pleistoceno, además de salas de excavación temática, de exposición al aire libre, un jardín temático, un auditorio, sala de proyecciones, un centro de investigación y una tienda de souvenirs.

En una de las salas de exposición temporal se muestran restos humanos de los pobladores de la zona que cuentan con miles de años de antigüedad.

Google News

TEMAS RELACIONADOS