A dos horas y media de la ciudad de Puebla se encuentra la localidad de San Lucas Teteletitlán, parte del municipio de Atexcal. Este precioso pueblo está situado a 13.2 kilómetros al este de San Martín Atexcal, la localidad con mayor población dentro del municipio.
Teteletitlán, se ubica al pie del cerro "Gordo", el más grande de la región Mixteca, del cual se presume que es un volcán inactivo con una gran cantidad de agua en su superficie y otros elementos.
Desde 1993, científicos, investigadores y exploradores han visitado la Mixteca Poblana, principalmente en las laderas que rodean las comunidades de San Juan Raya, Santa Ana Teloxtoc y San Lucas Teteletitlán, para explorar la denominada “Zona del Silencio”.
De acuerdo con investigadores locales, la Zona del Silencio es una región que provoca ionizaciones en la atmósfera, bloqueando la transmisión de ondas de radio. Estas características han dado pie a diversas historias y mitos sobre el área.
Entre los mitos más populares se dice que, al entrar en la Zona del Silencio, no se puede escuchar la conversación de otras personas.
También se especula que el lugar podría ser una base de aterrizaje para extraterrestres, o incluso se le ha comparado con lugares tan enigmáticos como el Triángulo de las Bermudas y las ciudades sagradas del Tíbet y Cabo Cañaveral.
Hace años, un grupo de exploración poblano llegó a una montaña de esta comunidad que tiene una altura de 2000 metros sobre el nivel del mar. Al descender, notaron que los radios empezaban a emitir un ruido extraño, como de interferencia.
Sus voces se distorsionaban y las brújulas apuntaban en direcciones incorrectas. Este fenómeno magnético, similar al de otras zonas del silencio en el mundo, despertó gran interés en la comunidad y fue reportado 15 de mayo de 2010.
A pesar de estas fascinantes historias, la realidad es que hasta el momento no se ha comprobado ninguna de las afirmaciones sobrenaturales asociadas con la Zona del Silencio.
Sin embargo, el misterio y la belleza natural de San Lucas Teteletitlán continúan atrayendo a científicos y turistas interesados en desentrañar los secretos que la Mixteca Poblana guarda entre sus montañas y valles.