Bacadéhuachi, Sonora es la zona en el país que actualmente cuenta con más yacimientos de litio, pero todo ha sido difundido sin sustento, solo de oídas, dijo Enrique Quiroga González, profesor-investigador en el Instituto de Física de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
En entrevista con El Universal Puebla reconoció que lo anterior se sabe por publicaciones hechas por institutos y/o empresas extranjeras, ya que por parte del gobierno federal no hay datos actualizados.
Existe un estudio de la Secretaría de Energía con fecha de 2018 en el que se señala que, hasta 2016 en México no hay yacimiento de litio en explotación; sino que se encuentran en etapa de exploración tres yacimientos que contienen este mineral en los estados de Baja California, San Luis Potosí, Zacatecas y Sonora.
El investigador, originario de Sonora, incluso refirió que dichos datos señalan que Puebla es el segundo lugar nacional en yacimientos de litio, pero se desconoce dónde se ubican, cuántos son y si están siendo explotados.
“Cuando llegó el actual gobierno se inauguró la Agencia de Energía del Estado de Puebla, y dijo que tenía establecidos cinco proyectos, y uno de ellos era respecto al litio y que en Puebla había 12 yacimientos”, expresó.
El también coordinador del posgrado en Ciencia de Materiales, y responsable del Laboratorio de Energía, dijo que no tiene datos precisos sobre los yacimientos en Puebla.
Agregó que solo se conocen notas periodísticas que señalan que hay algunos yacimientos que son explorados en municipios como Piaxtla y Chila de la Sal, en la región mixteca de Puebla, así como en Oriental, Tepeyahualco, Chietla, Izúcar de Matamoros, Tehuitzingo y Petlalcingo.
Como representante en Puebla de la Red Nacional de Almacenamiento de Energía, donde el dispositivo que más se estudia actualmente a nivel internacional son las baterías de ion de litio, dijo que explotar los yacimientos en Puebla puede traer beneficios a las comunidades.
En la zona sur del estado, la mayoría de las familias se mantiene de la agricultura y ésta es de temporal. Al involucrarlas a la extracción del litio se pueden generar fuentes de empleo.
Además, al sur de Puebla hay un Complejo Regional de la BUAP y consideró que se puede llevar una carrera profesional que esté relacionada al litio o con la generación de baterías con ion de litio para formar a las nuevas generaciones.
“Estaría genial contar con información, contar con el material y poder estudiarlo en la BUAP donde hacemos ciencia en materiales. Desde hace décadas el Servicio Geológico Mexicano reveló que en Sonora se tenía un alto número de yacimientos, y acá en Puebla es el segundo sitio a nivel nacional, pero ese es un estudio de hace décadas y no ha habido más estudios, salvo las compañías que ya compraron algunos terrenos en Sonora”, añadió.
Enrique Quiroga explicó que el litio es un material alcalino, un elemento muy liviano casi como el hidrógeno.
Se utiliza, en pequeñas dosis, en tratamientos de psiquiatría, pero en cuestiones de almacenamiento es muy utilizado en las baterías, porque se puede intercalar muy bien en ciertos materiales.
Es tan necesario actualmente en cuestiones de almacenamiento que se le denomina como el nuevo “oro blanco”, y forma parte de nuestro diario vivir ya que lo encontramos en las pilas de nuestros equipos celulares, dispositivos móviles, tabletas y laptops.
Informó que vamos a comenzar a requerir de este elemento en la producción de autos eléctricos, pues en Europa se tiene la proyección de que en unos años, el 50 por ciento de la producción de autos deben ser eléctricos.
México es considerado uno de los principales armadores de autos, así que debe también entrarle a la producción de autos eléctricos.
Actualmente no es un elemento económico porque se emplea de manera muy especializada, tampoco se puede tener a la intemperie porque es un material reactivo, pero el investigador considera que con la alta demanda que comience a darse de este material, su costo baje.
“Nacionalizar el litio queda a nivel de bandera política, porque no se ha consultado a los especialistas, no han convocado a quienes nos dedicamos a estudiarlo, y no se sabe qué quieran hacer con el litio. Nos pueden aprovechar a los científicos en cuestiones de ciencias de materiales, en dispositivos de almacenamiento, porque ni siquiera sabemos cómo viene el litio, qué cantidad hay en el país y qué técnica se requiere para purificarlo”, citó.
La nacionalización -expresó- debe incluir inversión en investigación relacionada con el aprovechamiento de este elemento.
“Hay que hacerlo de buena manera y no solo cerrarse al mundo, para que se quede como un tesoro enterrado. Hay que regularlo, abrirlo a otros países como ocurrió en Chile, donde el desierto de Atacama es potencia mundial en la extracción de litio, y el 15 por ciento lo dedican a la investigación”, abundó tras señalar la zona de Sudamérica como rica a nivel mundial en este elemento.