Desde este fin de semana y durante todo el invierno, el volcán Popocatépetl amanece nevado pese a su intensa actividad y científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudian sus glaciares.
De acuerdo con el documento “Los glaciares del Popocatépetl: ¿Huéspedes efímeros de la montaña?”, publicado en 1996, sus glaciares son ventisqueros o de campos de nieve.
Se estima que durante la segunda década del siglo pasado, los glaciares comenzaron a llamar la atención de los observadores, pues se formaron grietas.
Cerca de la década de los 50 se describió de manera formal cómo eran físicamente los glaciares del Popocatépetl.
Hasta finales del siglo, el último inventario señalaba que el volcán tenía dos glaciares de una extensión pequeña y que, como está sucediendo con otros colosos en otras partes del mundo, corrían el riesgo de disminuir su tamaño.
En este documento se explica que un glaciar es una masa de hielo que se mueve, se erosionan y se pulen dando forma a las rocas.
Se considera que están formados por hielos magmáticos, sedimentarios y metamórficos que se acumulan por periodos prolongados en regiones de gran altitud y de baja temperatura.
Además de que los glaciares están presentes en la parte más alta del volcán Popocatépetl, también presenta nevadas en los días de baja temperatura.
Al respecto, la Fundación Glaciares Chilenos señala que en el sur del continente americano se ha puesto los ojos en esos fenómenos.
De acuerdo con el texto “Glaciares y volcanes una relación de dependencia entre el hielo y el fuego”, el vínculo que guardan esas masas de hielo y la actividad magmática es la que les ha permitido su existencia por millones de años.
En la publicación se reconoce que usualmente la gente imagina los volcanes como activos y con chorros de fuego y/o con partes nevadas en su punto más alto.
Si bien explican que esto no es necesario para definir a un volcán, sí se observa en diferentes volcanes tanto de Chile como del mundo.
En el texto de la organización se explica que esta combinación no solo tiene que ver con el paisaje, sino con la forma como actúan los volcanes.
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Según su explicación, tanto la presencia de glaciares como de material eruptivo se combinan para regular la actividad de la lava y para garantizar la existencia de materiales que conforman el glaciar.