La violencia contra los menores de edad ha marcado el inicio del 2022 en Puebla.
De acuerdo con el registro de EL UNIVERSAL PUEBLA, han ocurrido al menos cinco casos.
Uno de ellos terminó en feminicidio y dos en infanticidios.
Las autoridades ministeriales detuvieron a dos de los presuntos responsables. Uno de ellos, era el padrastro de dos pequeños.
Sin embargo, sólo procesaron a uno legalmente y al otro lo dejaron en libertad por falta de pruebas.
Uno de los casos que causó mayor conmoción ocurrió el 18 de enero, cuando fue localizado el cadáver de María Isabel con huellas de violencia y de abuso sexual cerca de un lote baldío, en el Barrio de Coyotzonga del municipio de Zoquitlán.
De acuerdo con las investigaciones, la niña de 10 años de edad, salió de su casa para dirigirse a la vivienda de su vecina Lucila, a quien hacía compañía todos los días.
Las autoridades ministeriales detuvieron a un sujeto, identificado como Celso, por su presunta responsabilidad en el feminicidio.
Sin embargo, un juez ordenó su libertad porque argumentó falta de pruebas en su contra.
El 17 de enero, un comando arribó a la Iglesia Bautista, en Libertad número 14307 del Bulevar Carmelitas, en la colonia Castillotla de la capital de Puebla.
Al interior había un grupo de feligreses, 70 adultos y 30 niños.
Los delincuentes no sólo sometieron y agredieron a los adultos, sinos también a los niños para despojarlos de sus pertenencias de valor.
El 19 de enero, un niño de 14 años de edad viajaba con su familiar a bordo de una unidad de la Ruta 65.
Unos delincuentes se subieron para asaltar a los pasajeros, a la altura del Parque Industrial FINSA, en el municipio de Cuautlancingo.
Antes de huir golpearon al menor de 14 años de edad que fue atendido por paramédicos en la colonia Santa María de la capital de Puebla.
El 3 de febrero, unos rescatistas atendieron a un niño de 2 años de edad, quien presuntamente había sido golpeado por sus padres, en el municipio de Palmar de Bravo.
Mientras los médicos lo atendían en el hospital a donde fue trasladado, el menor perdió la vida, por lo que dieron aviso a las autoridades ministeriales.
Tras realizar las investigaciones, detuvieron a su padre Jaime, quien también confesó que mató a su hijastro de 3 años y lo enterró en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez.
Un juez de control lo vinculó a proceso por el delito de infanticidio y le ordenó cárcel preventiva oficiosa.