El Ramalito, la estación de ferrocarriles que ofrecía su servicio de Teziutlán a Oriental se convirtió en el Centro Cultural del municipio que hoy tiene la denominación de Pueblo Mágico.
A dos horas de la ciudad de Puebla, se localiza este recinto que es el primer museo de Teziutlán desde el 2019, un año antes de que se presentara la pandemia por Covid-19.
Verónica Gámez Rodríguez, directora del Centro Cultural Ferrocarrilero de Teziutlán, dio a conocer que esta estación de tren se inauguró el 5 de mayo de 1900 y dejó de operar después de 93 años.
Algunos registros mencionan que la inauguración de la citada estación se dio el 5 de mayo de 1900, muy posiblemente para hacerla coincidir con la celebración de la victoria contra los franceses 38 años atrás.
Los visitantes que lleguen a este museo que se localiza en la avenida Hidalgo, frente a la Plaza de Toros El Pinal, podrán conocer más de 150 artículos entre fotografías, carteles, lámparas de petróleo, rieles, boletos, maquinaria, utensilios, asientos y otros objetos que permitan que el visitante se pueda dar una idea de cómo viajaban en esa época.
La estación de ferrocarril de Teziutlán formó parte del ramal de vía angosta que corría en la ruta Oriental–Teziutlán, y que fue clave para activar el de por sí ya dinámico comercio de la región.
Este comercio generalmente iniciaba en la costa norte del vecino estado de Veracruz y transitaba por los municipios en su ascenso a la sierra poblana de Teziutlán.
Un hermoso mural da la bienvenida a este recinto, donde se plasma la vida de los ferrocarrileros, los personajes históricos del municipio y la utilidad que le daban los usuarios de este municipio que fue una pieza importante en la industria de la maquila.
El museo está dividido en tres salas donde también se podrá conocer la historia de los oriundos de Teziutlán como Manuel Ávila Camacho y su hermano Maximino.
Ahí hay fotos como presidente, pero también documentos oficiales y otros personales como la invitación de su boda que giraron en su época.
En 1993, la estación del ferrocarril de Teziutlán fue puesta fuera de servicio, ante el auge de medios de transporte más modernos y eficientes.
Por este motivo, las amplias instalaciones que sirvieron casi durante un siglo al transporte de mercancías y pasajeros, fueron reorientadas a otros servicios.
Además de conocer de la vida ferroviaria y de la familia Ávila Camacho, los visitantes también podrán conocer sobre el reconocido pintor Juan Cordero, quien también fue un comerciante del municipio.
A sus 32 años de edad salió de Teziutlán y después prepararse en la Ciudad de México fue reconocido por especialistas internacionales, quienes vieron sus aptitudes y lo llevaron a Roma, Italia, donde permaneció por varios años y sus pinturas fueron muy reconocidas, como la Anunciación del Arcángel Gabriel a María.
Juan Cordero fue reconocido por su técnica de pintar rostros. En 1847 realizó un de sus obras más importantes como el “Retrato de los escultores Tomás Pérez y Felipe Valero”, así como obras El Redentor y la Mujer Adúltera y Stella Matutina.
Este Centro Cultural Ferrocarrilero abre sus puertas de lunes a sábado, sin costo alguno.
En este espacio, la directora platicó que no sólo muestran la historia del ferrocarril, sino también realizan otros eventos como talleres para niños y jóvenes, tanto del ferrocarril como de cartonería y otras artes plásticas.
En la parte exterior puedes descender al área de vías y admirar un par de las máquinas que se usaron en la época.