Durante casi cinco años los poblanos y visitantes que llegaron a esta ciudad tuvieron la oportunidad de transportarse en un tren, que no era como los ferrocarriles del pasado, sino un vehículo moderno.
El 23 de enero de 2017, el entonces gobernador Rafael Moreno Valle inauguró el Tren Turístico Puebla-Cholula, el primer tren-tram en América.
Este tipo de vehículos son una especie de híbrido entre tren y tranvía, pero en el caso de Puebla sólo operaba con combustible porque no tenía la red eléctrica.
El tren conectaba desde el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos en Puebla, que está en la calle 14 Poniente y 11 Norte, y llegaba a la zona arqueológica de Cholula.
El viaje duraba un promedio de 15 minutos y permitía observar las colonias que están alrededor, sus fachadas, negocios y desde luego el paisaje que regala siempre el volcán Popocatépetl.
Para los turistas, el costo del viaje era de 60, para los paseantes del estado era de 30 pesos y 13.50 pesos para quienes sólo lo usaban como transporte público.
En el vehículo podían viajar cómodamente sentados 283 pasajeros y la trayectoria era de 17.2 kilómetros.
Así viajaron los habitantes de ambos municipios y los turistas que deseaban transportarse para llegar a la pirámide de Cholula o para conocer otros atractivos de ese Pueblo Mágico.
Sin embargo, después de cinco años de servicio, el extinto Miguel Barbosa Huerta tomó la decisión de que este tipo de transporte dejara de operar, con el argumento que no era posible seguirle dando manteniendo, ya que cada mes destinaba 5 millones de pesos y era poco lo que se recaudaba por pasaje.
Incluso, expresó que su gobierno tenía otras prioridades en material social, obras que eran posibles con los ahorros que se generaban por servicios que no se requerían.
De esta manera, la tarde del 31 de diciembre de 2021 el tren turístico y sus tres vagones llegaron a la estación de Puebla tocando la campana para avisar que ese era su último traslado.
En la parte de frente de la cabina los transeúntes podían ver que tenía una lona blanca en la cual se podía leer con letras negras y en mayúsculas “Último viaje”.
El tren entró a la estación para quedar encerrado de manera definitiva mientras guardias de vigilancia, trabajadores de la estación y algunos transeúntes que se encontraban en la zona grabaron el momento a través de sus teléfonos celulares hasta que se apagaron los motores del tren turístico.
Así permanecieron parados hasta que el gobierno del estado lograra venderlo o incentivar que la iniciativa privada lo quisiera reactivar.
Con la intervención del gobierno federal y la gestión del gobernador Sergio Salomón Céspedes, se logró el rescate y reutilización del tren, ya que la Secretaría de Marina lo adquirió y el 25 de agosto de 2023 fue trasladado a Coatzacoalcos para que forme parte del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.