El empresario Antonio Valente Martínez Fuentes, señalado por las autoridades como presunto líder huachicolero del Triángulo Rojo y conocido por el alias de “El Toñín”, volvió a dar de qué hablar al presumir que su familia compró una camioneta que vale 2.6 millones de pesos gracias a la producción de zanahorias.
Acostumbrado a difundir aspectos de su día a día a través de redes sociales, este domingo dio a conocer en Facebook que sus familiares le pidieron que los acompañara a bendecir la lujosa camioneta.
"Me da mucho gusto que mi familia, la verdad que les vaya muy bien porque yo creo que yéndoles bien a ellos nos va bien a todos", dijo mientras saludaba a una vecina en la transmisión.
En una transmisión desde Palmarito, en el municipio de Quecholac, señaló que no se debe menospreciar a los agricultores, pues aseguró que este tipo de bienes se pueden comprar con el trabajo del campo. En este caso específico, dijo que hubo una buena temporada para la producción y venta de zanahoria y no así para el chile huauchinango.
En su mensaje, Martínez Fuentes comentó que hay que reconocer cuando las personas que se dedican al cultivo y a la ganadería, pueden adquirir bienes, pues es el reflejo de su trabajo.
“Es una orgullo, una felicidad que yo creo que ustedes entenderán y me comprenderán. De verdad que me siento super, super feliz”, expresó.
Señaló que los medios de comunicación no deben minimizar a los agricultores y se les debe valorar así como a los profesionistas con carreras, maestrías y doctorados.
¿Cuánto cuesta una Ford F-150 Shelby?
La camioneta que su familia adquirió con la compra de zanahorias es una Ford F-150 Shelby que cuesta cerca de 2.6 millones de pesos.
Medios especializados en vehículos de lujo explican que es una actualización de la camioneta Lobo, aunque con tecnología, estética y mecánica mejorada.
Algunas características físicas incluyen parrillas de carbono, asientos de piel con bordados rojos, vidrios entintados y tapetes deportivos.
¿Cómo viven en Quecholac?
La familia Martínez Fuentes es originaria de Quecholac, donde el 90% de la población vive en condiciones de pobreza.
Según datos de la Secretaría de Economía y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política y Desarrollo Social (Coneval), hasta el último censo de 2020, el 20.7 por ciento de la población vivía en condiciones de pobreza extrema y 69.3 por ciento, en situación de pobreza moderada.
Se estima que 90 por ciento de los habitantes no tiene acceso a la seguridad social y el 60 por ciento no cuenta con servicios básicos de vivienda.
