El 29 de mayo de 2021, en inmediaciones del municipio de Juan Crisóstomo Bonilla se formó un socavón de 132 metros de diámetros que rápidamente atrajo las miradas de propios y extraños. Después de 4 años ¿qué ha pasado? ¿creció? ¿se está secando con la sequía?
Aunque el fenómeno se tragó una casa, sin víctimas mortales, los pobladores de la comunidad de Santa María Zacatepec creyeron haber encontrado una mina de oro, pues en cuestión de días se convirtió en un “atractivo turístico”.
Playeras con el slogan “mi primer socavón”, llaveros, gorras y demás mercancía se comenzó a vender en Zacatepec, así como se instaló un corredor gastronómico para atender a los turistas que viajaban.
Sin embargo, en pleno 2024 ningún negocio, vendedor o turista se encuentra en Santa María Zacatepec. A decir de los pobladores, el área fue restringida por una malla que colocaron militares para impedir el paso de civiles, aunque estos tampoco han regresado a inspeccionar el área.
En estos años, el socavón aparentemente ha mantenido su tamaño, aunque en época de lluvias se han llegado a observar algunos desgajamientos.
Pero en el fondo, el socavón parece estarse secando, pues alrededor de la superficie hay pasto seco, vegetación que se expande en sus laderas y el agua adquirió un tono verdoso.
“Es historia”, es como algunos pobladores han calificado a este socavón que quedó en el olvido y dejó de ser visitado por curiosos, viajeros, youtubers, especialistas, activistas y hasta grupos musicales dejaron de visitarlo.