El luto para los deudos de los seis integrantes de una familia que perdieron la vida la noche del sábado 20 de julio aún persiste. Sin embargo, ha llegado el momento de darles el último adiós.
Los cuerpos de los seis integrantes de la familia Osorio Amastal fueron trasladados a una iglesia, donde se celebró la misa de cuerpo presente antes de proceder con el sepelio.
Mientras se realizaba la misa en el interior del templo, los dolientes y acompañantes esperaban y seguían la liturgia desde el atrio.
La presencia de dolientes, familiares y amigos puso de manifiesto el profundo impacto que dejó la tragedia provocada por el conductor de un transporte de personal que, además de conducir con exceso de velocidad, se encontraba en presunto estado de ebriedad.
Este hecho enlutó a un amplio sector de la comunidad, que se conmovió con lo sucedido y, desde la distancia o de manera presencial, ha acompañado en su dolor a la familia.
En el cortejo fúnebre, algunos familiares portaban cuadros con fotografías de los fallecidos, al tiempo que entonaban cánticos. Antes de llegar al panteón, el cortejo fúnebre hizo una parada en el lugar donde ocurrió el trágico accidente.
El dolor persistirá, pero el clamor de justicia por parte de amigos y familiares se mantendrá firme.
