Este lunes llegaron a Ajalpan los cuerpos de las tres víctimas que fallecieron en el accidente registrado el domingo 5 de febrero en la autopista México-Puebla, cuando el autobús en el que viajaban se quedó sin frenos y volcó en la rampa de seguridad.
El autobús, junto con otros dos, había salido de Ajalpan con destino a la Basílica de Guadalupe.
El Ayuntamiento de Ajalpan realizó las diligencias necesarias para llevar de regreso el cuerpo de las víctimas a sus familiares.
Desde la tarde de este lunes y una vez que llegaron los cuerpos, los deudos realizan el velorio para despedir a Flavio Vicario Tegchi, Juan Romero Rodríguez y Tomás Feliciano Quinxtiano.
Rafael Feliciano, hijo de Don Tomás, viajaba con su papá en el autobús. Relató que las últimas palabras de su papá fueron: se apagó el motor. Entonces supo que su papá estaba gravemente herido y que ya no podía hacer nada para salvarlo.
“Me di cuenta que ya no podía hacer más, así que me resigné a dejarlo, ya no se movía ni nada”, comentó el joven, quien señaló que hasta el momento desconoce por qué perdió el control el chofer del autobús.
Dijo que al ver que su papá había fallecido, ayudó a las demás personas a salir del autobús para ponerlos a salvo, pues estaban atoradas entre los fierros.
Rafael y su papá Tomás eran albañiles y acostumbraban ir cada año a la Basílica para dar gracias a la Virgen de Guadalupe.
Al velorio han llegado familiares y amigos para orar por el eterno descanso de las víctimas, antes de darles el último adiós.