José Antonio Martínez García, secretario de Salud estatal, informó que la subvariante de Ómicron, la cual tiene el nombre científico BA.2, es difícil de detectar y es más contagiosa.
En videoconferencia de este miércoles, el funcionario estatal dijo que hasta el momento esta nueva variante continúa en estudio.
Comentó que hasta que se tenga un reporte oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Secretaría de Salud federal, se darán a conocer cuáles son los nuevos impactos de esta nueva cepa.
Hasta el momento -dijo- se sabe que es mucho más transmisible que la propia Ómicron y que hay mayor dificultad para ser detectada por medio de diferentes pruebas.
Datos de la OMS refieren que se tienen registrados cerca de 5 mil casos en al menos 40 países, pero la siguen estudiando como una subvariante, y en caso de considerarla como una cepa de preocupación le asignarían un nombre griego.
El 17 de enero se identificó el primer caso de la variante BA.2 de Ómicron en una mujer de 48 años, en la Ciudad de México.