Llevar una dieta saludable y la práctica de actividad física desempeñan una función importante en la salud general y ayuda a fortalecer el sistema inmune, aseveró Amalia Mejía Pérez, nutricionista Dietista de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ante la cuarta ola de contagio por Ómicron señaló que existen factores relacionados con la salud que podemos controlar, como llevar a cabo una sana alimentación, ya que los alimentos que consumimos afectan o benefician directamente en cómo nos sentimos y al funcionamiento de nuestro organismo.
Evitar comidas como los refrescos, carnitas, comida rápida, entre otras que aumenta la probabilidad de complicar un cuadro de enfermedad respiratoria, ya que el consumo excesivo de azucares y grasas hacen que aumente la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
La especialista afirmó que la alimentación debe ser a base de verduras, de fácil digestión como frutas secas y leguminosas.
Explicó que para una recuperación pronta y sin secuelas la alimentación debe incluir los tres grupos de alimentos, en especial lo que son las verduras de hoja verde, las carnes blancas, magras, frutas secas, nueces, almendras, pepitas o pistaches, y una buena combinación de leguminosas.
“Una sana alimentación en pacientes con coronavirus es fundamental para tener menos posibilidades de presentar un cuadro grave de la enfermedad, lograr una pronta recuperación y disminuir el poner en riesgo la vida”, dijo.
Amalia Mejía comentó que en pacientes diabéticos e hipertensos han identificado que las secuelas más comunes son: presión descontrolada, frecuencia cardiaca, caída de cabello, piel escamosa y pérdida muscular.