Inodoros rotos, colchones, cadáveres de perros y hasta de un caballo, se han encontrando en el cauce del río Atoyac. Además de que persiste el desecho de escombros y descargas irregulares, lo que podría generar un riesgo en la próxima temporada de lluvias.

Verónica Mastretta, consejera fundadora de la asociación Dale la Cara al Atoyac, dijo en entrevista con que, pese a los llamados de auxilio, la industria y los asentamientos aledaños continúan aventando todo tipo de materiales y sustancias al afluente.

La activista mencionó que recientemente se presentó una denuncia ante la Dirección General de Protección Civil en contra de materialistas de la organización Antorcha Campesina, quienes a la luz del día descargaban escombro, llantas y cascajo para rellenar una barranca, a la altura de la zona de Lomas de Angelópolis, para construir viviendas.

Un riesgo el río Atoyac ante la próxima temporada de lluvias
Un riesgo el río Atoyac ante la próxima temporada de lluvias

Consideró que estas prácticas continúan porque la ciudadanía desconoce que tirar cualquier desperdicio, objeto o sustancia al río es un delito.

Además recalcó que persiste una peligrosa mezcla de metales pesados que son un riesgo para la salud, como lo demostró un estudio a cargo del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde se advierte la presencia de cianuros, hidrocarburos, cromo, taninos, sulfuros, colorantes, grasas, disolventes orgánicos, ácidos acéticos, aceites lubricantes, pinturas, petróleo, disolventes, sosas, fluoruros, amoniaco, nitritos y ácido sulfhídrico, entre muchos otros.

Además, desde hace dos años, dicha organización documentó con apoyo de los expertos una calidad de agua “fuertemente contaminada” y toxicidad aguda en el afluente, justo en su paso por la ciudad de Puebla, ya que en los municipios como Coronango y Cuautlancingo esos problemas son de menor magnitud.

Verónica Mastretta aclaró que durante la temporada de lluvias, el agua del río se diluye y los olores bajan, pero no quiere decir que la contaminación desaparece, ya que solo queda sedimentada en la presa de Valsequillo y de alguna manera el lirio ayuda a retener los metales pesados.

De acuerdo con la Dirección General de Protección Civil, la cuenca del Alto Atoyac tiene una longitud de 84.97 kilómetros, que inician aguas arriba en el municipio de Santa Rita Tlahuapan y finaliza en la presa Manuel Ávila Camacho.

El afluente atraviesa por 69 municipios, de los cuales 19 corresponden al estado de Puebla y el resto al estado de Tlaxcala.

Debido a la cantidad de basura y escombro que está presente a lo largo del río, previo a la temporada de lluvias, el gobierno del estado, a través del Plan Integral de Atención de Emergencias y Desastres Naturales, identifica los puntos críticos que abarcan desde asentamientos irregulares e infraestructura urbana que se encuentran ubicados cerca o sobre los cauces de ríos, barrancas, taludes y laderas, debido al peligro permanente que representan para la vida de las personas.

Además, en coordinación con las instancias de Protección Civil municipales, se lleva a cabo el monitoreo de los niveles del río, a fin de definir las acciones de prevención, auxilio y apoyo a la población.

Google News

TEMAS RELACIONADOS