Mujeres poblanas que forman parte de comunidades indígenas del estado de Puebla se han convertido en exitosas empresarias.
Desde hace décadas han sido ejemplo para sus vecinos y familiares porque no sólo lograron superar las desigualdades sino también las barreras de género impuestas por hombres y por las mismas mujeres, quienes les decían que debían estar en sus casas, cocinando, limpiando y cuidando a los hijos.
Todas son de Cuetzalan y su caso es emblemático porque a partir de una idea que les funcionó generaron dos empresas más.
Sus negocios no sólo se mantienen sino que crecieron. Aquí te contamos sus historias.
Rufina Villa Hernández y Juana Chepe Diego son parte de las mujeres fundadoras de la organización Masehual Siuamej Mosenyolchicauani, en el municipio de Cuetzalan, en la Sierra Nororiental de Puebla.
Desde 1985 se organizaron con sus vecinas para poder llevar sustento a su familia, pues todas observaron que la venta de artesanías ya no les generaba ganancias.
Con la ayuda de una estudiante universitaria que gustaba de pasear en el hoy Pueblo Mágico de Cuetzalan, se volvieron independientes, autosuficientes y sacaron provecho de la riqueza natural de su comunidad y de la vocación turística de la región, pues comenzaron a alquilar cuartos para hospedar a los visitantes.
A partir de una reunión definieron qué es lo que tendrían que hacer y cómo. Decidieron que cada integrante debía aportar 200 pesos para echar a andar la idea y hoy son propietarias del Hotel Taselotzin.
Con el trabajo de 55 socios y más de 100 integrantes a la asociación, el hotel ofrece habitaciones dobles, triples y suites con costos desde 205 pesos por persona en temporada baja. Cuentan con cabañas de 10 habitaciones, restaurante, cisterna, almacén y baño de temazcal.
Además, pavimentaron el camino y pusieron el transformador para la energía eléctrica.
Es un hotel administrado por mujeres indígenas, con productos y costumbres propias de las localidades de este maravilloso lugar para disfrutar de un descanso placentero y tranquilo en la sierra de Puebla y entregan factura porque están debidamente registradas y dadas de alta en Hacienda.
A decir de las fundadoras, todo surgió a raíz de ser una organización comprometida con el comercio justo y la preservación de la cultura local.
Ellas también son de Cuetzalan y se les ocurrió la idea de vender prendas típicas cuando se dieron cuenta de que los turistas que llegaban al Hotel Taselotzin les preguntaban constantemente dónde habían comprado su ropa.
Así fue que decidieron poner en el espacio del restaurante del Hotel un poco de sus trabajos como camisas de manta, blusas bordadas y quexqueme en diversos colores para que los pudieran comprar los huéspedes.
En un principio, los clientes pedían factura por la compra y se les entregaba el recibo a nombre del hotel.
De ahí surgió la idea de abrir su propia marca, facturar sus artesanías e invitar a más artesanas de Cuetzalan a mostrar sus trabajos, por lo que ahora también se pueden adquirir llaveros, servilleteros, faldas, vestidos, rebosos, figuras talladas en madera, tortilleros, entre otros.
Las empresarias indígenas también están incursionando en el mundo de la herbolaria e impulsan a las mujeres y hombres de su comunidad a sembrar ejotes, quelites, maíz y criar animales de traspatio para no tener que pagar a precios altos lo que pueden producir, además de alentar a los jóvenes al emprendimiento.
Este hotel también se encuentra en el municipio de Cuetzalan, donde la mayoría de la población pertenece a comunidades náhuatl.
El nombre del hotel se desprende de la cooperativa de turismo alternativo Tosepan Kali, que significa “Nuestra Casa”.
Esta organización es integrada por familias de campesinos indígenas de la Sierra Nororiental de Puebla con el único propósito de mejorar su calidad de vida.
Se ubica en la carretera federal libre Cuetzalan San Miguel kilómetro 1.5, a ocho minutos del centro de Cuetzalan.
Desde 2004, ofrecen hospedaje en cabañas, hotel y hostal, todo rodeado por la naturaleza de la sierra.
Cuentan con 9 cabañas de diferentes capacidades, desde matrimoniales hasta familiares y cada una es temática, pues su decoración y arreglo hacen referencia a algún elemento de la riqueza natural y cultural de la región.
El costo va desde los 750 pesos por persona. El hotel es un edificio construido con estructura de bambú, con habitaciones sencillas y dobles, además de una habitación tipo suite con una hermosa vista panorámica.
Mientras que el hostal ofrece cuartos con camas individuales en forma de literas, con precios desde 420 pesos por persona. En cualquier opción de hospedaje incluyen un desayuno de cortesía para disfrutar del delicioso café de la sierra, pan, fruta, leche y el plato fuerte.
También tienen alberca, servicio de internet y si lo deseas te pueden organizar recorridos para que conozcan los rincones más insólitos de la Sierra Nororiental de Puebla.