De acuerdo con estimaciones oficiales de 2022, en México, alrededor de 3 millones de personas padecían bipolaridad, una enfermedad que va más allá de los cambios de humor o irritabilidad, y que, en su extremo, puede ser mortal.
En general, se denomina trastorno bipolar. Se trata de una enfermedad mental que afecta los mecanismos que regulan el estado de ánimo de una persona.
Quienes lo padecen pueden presentar una alternancia de episodios maníacos y depresivos, con presencia de períodos de estado de ánimo normal, aunque es posible que solo se presenten episodios maníacos o depresivos. Incluso se pueden presentar episodios mixtos.
Estos cambios se traducen en afectaciones en los niveles de energía, actividad y concentración. También se caracteriza por la ausencia de la necesidad de dormir.
El trastorno se puede presentar de manera crónica, es decir, con episodios, por lo que quienes lo padecen pueden tener un comportamiento aparentemente normal durante un tiempo y, ocasionalmente, modificarlo.
Datos sobre trastornos
Un estudio realizado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado estableció que, en México, en 2019 había 14.7 millones de personas con algún trastorno mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia y trastornos alimentarios, lo que representaba el 11 por ciento de la población.
Riesgos del trastorno bipolar
Además de que puede ser eventualmente hereditario, entre otros riesgos sobresalen: si no se trata, el trastorno bipolar puede provocar problemas graves que afectan todos los aspectos de la vida, como problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas; suicidio o tentativa de suicidio; problemas legales o financieros; afectación de las relaciones personales; desempeño deficiente en el trabajo o la escuela.
En esencia, la bipolaridad está presente y, en un caso extremo, representa un riesgo no solo para quienes la padecen, sino también para sus familias y entorno social.
