Puebla cuenta con una rica variedad de minerales y sustancias en su subsuelo, entre ellos el litio, que en los últimos años ha sido considerado como el “oro blanco”. Sin embargo, desafortunadamente, la extracción de oro y plata ha ido a la baja al grado de ser casi inexistente en los últimos años.
El Servicio Geológico Mexicano elaboró en 2021 el Panorama Minero de Puebla, donde se da cuenta del estado que prevalecía en ese momento en la materia.
En el documento se indica que desde la llegada de Hernán Cortés se documentó la explotación de ónix en la zona que ahora es Tepeaca. También se explotaban yacimientos de oro, como el de Chiautla de Tapia y Tetela del Oro, conocida como Tetela de Ocampo.
De manera textual, se refiere que: “en 1950, dentro del territorio poblano, inicia la explotación formal de los minerales no metálicos. Para esta fecha ya se explotaban los yacimientos de perlita del Cerro Pinto (Tepeyahualco-Atexcac), así como arena sílica en Oriental, pómez en Libres, Guadalupe Victoria - Tlachichuca y cal en Tepeyahualco”.
“En 1970, en el municipio de Tepexi de Rodríguez, inicia la explotación de los yacimientos de travertino, al igual que los yacimientos de sales de sodio y potasio de las lagunas de Totolcingo y Vicencio, explotándose a muy baja escala; sin embargo, se llegó a considerar que estos depósitos formaban parte del potencial minero más importante del estado”.
Para los minerales metálicos como el oro, cobre, plomo y zinc, en los últimos 50 años, solamente se ha registrado actividad esporádica. Esta referencia relativa al oro y la plata se sostiene en la tabla denominada “volumen de la producción minera 2016-2020”, donde se indica que (en toneladas) en los años 2016, 2017 y 2020, no se registró ninguna cantidad en el estado de Puebla.
En tanto que en 2018 y 2019 se reportaron 36 y 5 toneladas de oro, respectivamente. Por lo que hace a la plata, en 2018 se registraron 287 y en 2019, 76 toneladas, respectivamente.
En el año 2014 se informó que la explotación de minas de oro en Tetela de Ocampo, al norte del estado de Puebla, que buscaba realizar la empresa Frisco, estarían condicionadas a la decisión de los habitantes, quienes en ese momento se oponían.
En 2022, se dio cuenta de que en la última década el número de compañías transnacionales interesadas en explotar el suelo poblano con fines de minería creció un 100 por ciento, según informó la Secretaría de Economía federal.
La mayoría eran provenientes de Canadá y su principal foco de atención estaba en la eventual extracción de oro y plata. Las áreas de interés son las regiones de Ixtacamaxtitlán, Ixcamilpa, así como el distrito minero de Talpizaco-Tateno.