El tepache es una bebida prehispánica que ha trascendido hasta nuestros días, y resulta más que recomendable en esta temporada de calor intenso.
Generalmente, se prepara con cáscara de piña y panela, y se expende en mercados, plazas y tianguis, donde cuenta con amplia demanda, sobre todo en las horas de calor.
Referencias históricas indican que el tepache se creó en la época prehispánica. Originalmente se preparaba con maíz, pero con el paso del tiempo sus ingredientes variaron y se incluyeron diversas frutas, primordialmente sus cáscaras, que al fermentar producen el singular sabor que caracteriza al tepache.
La versión más popular a lo largo y ancho del país es la de piña, aunque también se puede preparar con otros frutos como la uva y la manzana.
El tepache se caracteriza por ser muy refrescante y contiene un bajo nivel de alcohol, debido al poco tiempo de fermentación. Sin embargo, si se prolonga el tiempo de fermentación, los grados de alcohol pueden aumentar.
Por esta razón, en las cárceles se prohíbe el ingreso de cáscaras de determinadas frutas que pueden servir para preparar bebidas embriagantes a partir de la fermentación.
En el estado de Puebla, su consumo es cotidiano en localidades y pueblos originarios.
La piña cuenta con propiedades benéficas para el organismo que se transfieren al tepache; es un diurético y digestivo natural que ayuda a facilitar la eliminación de líquidos retenidos.
En consecuencia, el tepache ayuda a mejorar el proceso digestivo; es una bebida probiótica activa, en la que viven microorganismos que realizan una predigestión, logrando atravesar la barrera del ácido del estómago y ayudando en el proceso digestivo además de mejorar nuestra flora intestinal.
La piña contiene una gran cantidad de vitaminas y minerales, entre los que se incluyen las vitaminas B1, B2, B6 y C, además de ser una fuente de fibra dietética, magnesio y hierro.