En los últimos 25 años, Puebla junto con los estados de Chiapas, Chihuahua, Durango, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán y Oaxaca han sostenido la economía forestal mexicana, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La dependencia federal cuenta con datos que muestran que la producción nacional proviene 76 por ciento de bosques comunitarios, pertenecientes a ejidos y comunidades que cuentan con programas de manejo forestal. El 24 por ciento restante se cosecha en predios privados o plantaciones.
En el estado de Puebla, las áreas forestales abarcan una superficie de 1 millón 681 mil 438.5 hectáreas, pero anualmente se pierden en promedio 15 mil hectáreas de bosques y espacios verdes, debido a los altos grados de densidad poblacional.
Además, su alta riqueza ecosistémica también se ve afectada por la tala ilegal, que es el corte y extracción de recursos forestales, lo que constituye un delito federal que puede ser denunciado ante autoridades competentes.
De acuerdo con pobladores, vecinos y ejidatarios, en Puebla la tala ilegal es cometida por grupos organizados que devastan las zonas boscosas con motosierras, camiones y otras herramientas y hasta por pequeños grupos que usan la madera para el autoconsumo.
Zonas afectadas por tala clandestina
-Sierra Norte
Desde hace por lo menos 15 años, pobladores de las juntas auxiliares de Mexcaltepec y Tepexoxuca, pertenecientes al municipio de Ixtacamaxtitlán han denunciado de manera reiterada la presencia de grupos de hombres que se dedican a cortar los árboles.
En esta zona, integrantes de las organizaciones Pueblos Unidos en Defensa del Bosque, Comité Probosque Mexcaltepec y Protección Ambiental Tepexoxuca, estiman que se han afectado más de 700 hectáreas de especies de pino como Oyamel y Ayacahuite.
Pese a que se han organizado para vigilar a los talamontes y evitar que sigan deforestando la zona, han sostenido que por las noches siguen bajando camiones cargados con hasta 40 troncos, que en el mercado pueden tener un valor comercial de 130 mil pesos.
El caso más reciente que reportaron a las autoridades de los tres niveles de gobierno fue el 31 de enero del 2023, cuando encontraron varios camiones cargados con entre 10 y 12 toneladas de madera cada uno.
-Áreas Naturales Protegidas
Una misma problemática se vive en las regiones del Parque Nacional La Malinche y el Izta-Popo, donde los talamontes organizados hacen los cortes de maderas de pino oyamel y encino.
Los pobladores del ejido de Teotlalcingo también han denunciado que por el día se escuchan los ruidos de las motosierras y por las noches suben los camiones para hacer la carga de la madera, sin que sean detenidos a pesar de no contar con los permisos correspondientes de la Semarnat o de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa).
-Ciudad de Puebla
La capital del estado no se excluye de la tala ilegal de especies forestales, siendo la más afectada la zona de La Calera, de acuerdo Myriam Arabian, secretaria de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Puebla.
Sin precisar cifras, en declaraciones pasadas calificó de grave la tala de árboles en esta zona de la ciudad, al mismo tiempo de advertir que se iniciarían las investigaciones correspondientes.
Lo mismo ocurre en el Parque Flor del Bosque, área natural protegida desde julio de 2022 por el gobierno del estado.
Los vecinos y grupos de ecologistas denuncian que en un predio aledaño a la colonia Lomas Flor del Bosque se derribaron más de 300 encinos, sin que hubiera consecuencias para los responsables.
Los denunciantes, así como los ejidatarios destacan que la tala ilegal trae severas consecuencias, empezando por el cambio climático; se pone en riesgo el bienestar de las personas y el patrimonio natural del país; causan el desplazamiento de poblaciones originarias; aceleran la pérdida de los
suelos, de la fauna, de la flora y de la biodiversidad y se contribuye a la escasez de agua.
En Puebla, en lo que va del 2023 se ha informado de la detención de cinco presuntos talamontes, luego de que agentes de la Policía Estatal atendieron una denuncia anónima en inmediaciones de Macapalapa.
Los presuntos responsables estaban al interior de un rancho, quienes talaban árboles de cedro y estaban en posesión de 38 tablones.
De acuerdo con el Código Penal Federal, se impondrá pena de dos a 15 años de prisión y de 500 a 10 mil días de multa a quien desmonte o destruya vegetación, corte, arranque, derribe o tale algún o algunos árboles, o cambie el uso de suelo forestal en comunidades indígenas, zonas agrarias, comunales y/o ejidales.