El cadáver del bebé que fue encontrado en un bote de basura al interior del penal de San Miguel corresponde a un niño llamado Tadeo, que nació el 4 de octubre del 2021, en la Ciudad de México.
De acuerdo con información revelada por Saskia Niño de Rivera, el menor murió el 5 de enero del 2022 por problemas intestinales y el 6 de enero fue enterrado en un panteón de Iztapalapa.
En su cuenta de Twitter, la directora de la organización civil Reinserta, indicó que a pocos días de conocerse el hallazgo del bebé en el penal de San Miguel, de la capital de Puebla, los papás sospecharon que se trataba de su hijo.
Por ello, fueron al panteón para pedir una explicación, pero ahí los amenazaron al ver que el cadáver del bebé ya no estaba.
“En el panteón los amenazaron a que se quedaran callados. Hoy los papás están en la Fiscalía exigiendo reconocer el cuerpo del menor”, aseguró Niño de Rivera.
Ante ello, la activista cuestionó cómo es que el bebé fue llevado al penal de San Miguel, cómo ingreso al reclusorio y cómo es que las autoridades no se dieron cuenta de que el menor entró y nunca salió.
“Todo esto exige respuestas de las autoridades”, reiteró.
En sus redes sociales, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó que investiga la posible exhumación, pues el administrador del panteón al que se hace referencia señaló que una mujer llegó al lugar donde enterraron a su hijo y al pedir que se excavara, descubrió que el cuerpo ya no se encontraba donde fue enterrado.
La mamá del menor, acompañada de su pareja, comenzó esta búsqueda al enterarse del bebé encontrado en el penal de San Miguel, por lo que presentó la denuncia correspondiente.
La dependencia indicó que personal ministerial, adscrito a la Coordinación General de Investigación Territorial, comenzó a integrar la carpeta de investigación y a recabar los indicios.
Indicó que esta indagatoria se añadirá a las primeras diligencias realizadas en los anfiteatros de la ciudad.
Por otra parte, el periodista Manuel López San Martín, dio a conocer en sus redes sociales un documento que, aseguró, es el certificado de defunción del bebé.
En él se observa que el niño de apellidos Ayala Peralta falleció en el Hospital Pediátrico Iztacalco a causa de una hemorragia aguda pulmonar, coagulación intramuscular diseminada y choque séptico.
Por la mañana de este viernes 21 de enero, el gobernador Miguel Barbosa informó que las investigaciones en torno a este caso están avanzadas y que las versiones expresadas en días anteriores por activistas –en el sentido de que el bebé había sido robado de la Ciudad de México- eran solo para llamar la atención.