Huele a piratería. La falsificación de los perfumes se ha convertido en un negocio redondo.
La inversión de los falsificadores es poca y las ganancias pueden ser bien remuneradas.
Estas personas, de acuerdo con una investigación que realizó EL UNIVERSAL PUEBLA, empiezan con la compraventa de botellas vacías de perfumes originales.
De acuerdo con la marca, es cómo les pagan a los vendedores.
Si es de alta gama o la fragancia es reciente, ofrecen por envase hasta 40 pesos.
Si es de mediana o el aroma es pasado, pagan a los vendedores únicamente 20 pesos por recipiente.
Los falsificadores rellenan las botellas con líquidos aromáticos que van de los 60 a los 80 pesos, según la calidad del proveedor.
Estas personas posteriormente venden el producto, como si fuera original, y, aunque no lo dan a precio de tienda departamental (en promedio 780 pesos), sí lo comercializan al menos a la mitad.
En la capital de Puebla fue detectado un punto donde personas compran botellas de perfumes vacíos a bordo de una camioneta sobre la avenida Teziutlán Sur y la Recta a Cholula de la colonia La Paz.
Actualmente, no existe una ley que controle el comercio de perfumes falsos.
De acuerdo con especialistas en seguridad, la compraventa de envases usados no constituye un delito como tal porque, aunque se sabe que es para un fin de piratería, es difícil comprobárselo a los compradores.
Indicaron que es necesario legislar en esta materia para controlar el comercio no solo de perfumes piratas, sino de cualquier producto que pueda rellenarse con lo que afecte a la marca.
En el mercado informal de productos, según la Cámara Nacional de la Industria de la Perfumería, Cosmética y Artículos de Tocador e Higiene (Canipec), actualmente el segundo lugar lo ocupan los perfumes y fragancias.