A dos semanas de que la tierra se abrió en Puebla, el socavón finalmente devoró la casa que estaba a un lado.
Metro a metro, el hundimiento siguió expandiéndose en los últimos días, hasta que el fenómeno ocasionó el derrumbe la vivienda de la familia Sánchez Xalamihua, en las primeras horas del sábado 12 de junio.
En Santa María Zacatepec, el panorama en el socavón amaneció muy diferente, sin la casa que tenía junto. Solamente quedaron algunos restos de lo que era el frente de la construcción.
Lo que para muchos se convirtió en una especie de atracción turística, para la familia Sánchez Xalamihua significó temor e incertidumbre, luego de que el 29 de mayo se encontraran con un enorme hueco en la tierra, lleno de agua, justo atrás de su vivienda, ubicada en el municipio de Juan C. Bonilla.
Su desolación y tristeza fue creciendo junto con el tamaño del socavón, ante la impotencia de no poder hacer nada para al menos rescatar parte de su patrimonio, dado que fueron evacuados al día siguiente del origen y no les fue permitido sacar sus pertenencias ante al riesgo de colapso.
Un día antes de que el socavón desapareciera la casa, el gobierno de Puebla anunció que a los damnificados se les otorgará una vivienda.
El socavón estuvo en boca de todos esta semana, luego de que dos perritos desaparecieron en el interior del hundimiento, sin embargo, se encontraban con vida y tras la presión de internautas, el gobernador Miguel Barbosa autorizó el rescate de los canes Spay y Spike, que se logró gracias al heroísmo de los bomberos.
La zona del socavón ha sido declarada como área de riesgo y no se permite a los curiosos acercarse.