A pesar de las fuertes lluvias que se han registrado en las últimas semanas, el mega socavón de Santa María Zacatepec, Puebla, no registra mayores cambios.
Así lo informó hace unos días Ana Lucía Hill Mayoral, secretaria de Gobernación estatal, durante una videoconferencia.
La funcionaria señaló que el socavón ubicado en el municipio Juan C. Bonilla mantiene las siguientes dimensiones, 126 metros en su diámetro mayor y 123 en su eje menor.
El área que rodea al socavón de Puebla permanece como zona restringida al paso de personas, debido a que todavía se considera como una zona de riesgo.
Hill Mayoral informó que hace unos días se realizó una reunión con la Comisión Interinstitucional, la cual está a cargo de la investigación sobre el socavón de Puebla.
La funcionaria señaló que durante dicha reunión se entregaron los resultados preliminares de la segunda etapa de los estudios. Y adelantó que en breve se presentarán los resultados finales.
El pasado 8 de julio fue presentado el documento “Proyecto de Investigación Geocientífica Prospectiva de un reciente socavón en Santa María Zacatepec, Puebla”.
Dicho informe, firmado por el doctor Pedro Francisco Rodríguez Espinosa, investigador del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto Politécnico Nacional, advierte sobre la presencia de pozos clandestinos en la zona.
En lo referente a estudios de hidrología y geohidrología, el documento señala la presencia de pozos que no se encuentran en el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA), lo cual no permite cuantificar el consumo del agua.
El área de Juan C. Bonilla se encuentra albergando 47 pozos registrados ante el REPDA bajo los usos agrícolas, urbano e industriales, siendo el primero al que, según esta base de datos, corresponde el 79% de la extracción reportada en este sistema. Sin embargo, el trabajo de campo permitió identificar que los pozos en operación en la zona son muchos más de los registrados en esta plataforma. La zona en la que se encuentra el socavón presenta un pozo tipo noria por cada casa, extrayendo un volumen y usos que no están cuantificados.
El documento advierte también que en 2005, el agua de los pozos se encontraba a una profundidad de 11 y 12 metros.
“Sin embargo, el nivel ha descendido 8 metros en los últimos 15 años quedando el nivel estático a los 18-19 metros de profundidad actualmente. Los 8 metros de esta formación que ha perdido la zona saturada, los gana la zona de aireación quedando con oquedades debido al arrastre de sedimento que provocan los conos de abatimiento generados por los pozos de explotación y los flujos concéntricos en ellos”.
En sus conclusiones, el reporte califica esas oquedades como una de las causas de la formación del socavón de Puebla.
“Las oquedades producidas en las zonas de aireación ocasionaron un colapso en el cual el techo se derrumba formando una figura elíptica o cuasi circular. La erosión provocada por la lluvia afecta en toda la zona y marca un patrón circular en la periferia del socavón por los escurrimientos que se dirigen hacia el centro”.