El nombre de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, ha cobrado relevancia durante las últimas horas, debido a que es uno de los principales testigos en el juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, durante el gobierno de Felipe Calderón.
Sergio Villarreal Barragán fue uno de los líderes del cártel de los Beltrán Leyva, una organización criminal mexicana conocida por su tráfico de drogas y actividades ilícitas.
Tras la detención y muerte de los principales líderes de dicha organización criminal (Alfredo y Arturo Beltrán Leyva), Sergio Enrique Villarreal Barragán fue detenido por un comando de la Secretaría de Marina en el exclusivo fraccionamiento Puerta de Hierro en Puebla el 12 de septiembre de 2010.
Se sabe que el narcotraficante no opuso resistencia a su detención; se entregó sin disparar, pues en esa misma casa se encontraban su esposa e hijos. Tras su captura, "El Grande" reconoció haber secuestrado, torturado y descuartizado al menos a 90 personas.
Un par de años más tarde, “El Grande” fue extraditado a los Estados Unidos el 23 de mayo de 2012. Se convirtió en un testigo colaborador; su testimonio es una de las principales pruebas que se presentarán contra Genaro García Luna.
Villarreal aseguró a las autoridades de Estados Unidos, que Genaro García Luna recibía sobornos de 1 a 1.5 millones de dólares por parte de los Beltrán Leyva.
Por su estatura y corpulencia, Villarreal Barragán se ganó el apodo de “El Grande”, pues mide casi dos medios (1.98 m) y pesa más de 110 kilos.
Cuando tenía 20 años, “El Grande” ingresó a la policía ministerial de Coahuila. En 1993 se incorporó a la Policía Judicial Federal y fue asignado a la plaza de Torreón.
Ahí fue reclutado por el Cártel de Juárez, encabezado por Amado Carrillo. Tras la muerte del “El Señor de los Cielos”, Villarreal Barragán se convirtió en jefe de una célula del Cártel de Juárez con presencia en Coahuila, Durango y Chihuahua.
A mediados de 2003, “El Grande” ya era considerado por las autoridades como “el principal abastecedor de droga en la región”. Tenía bajo su control y servicio a los policías municipales de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo.
Los Zetas asesinaron a la primera esposa de Sergio Villarreal, lo que provocó una serie de violentos enfrentamientos en Durango y Coahuila.
Arturo Beltrán Leyva reclutó a “El Grande” en 2006. Fue así como comenzó a delinquir para el Cártel de Sinaloa y, posteriormente, para la organización criminal que formaron los hermanos Beltrán Leyva, la cual se caracterizó por el alto nivel de violencia.
Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, fue abatido por efectivos de la Secretaría de Marina el 16 de diciembre de 2009.
El cártel se dividió. Héctor Beltrán ordenó a “El Grande” que eliminara a Edgar Valdez Villarreal "La Barbie", pues sospechaban que traicionó a “El Barbas”.
Cuando “La Barbie” fue detenido acusó a “El Grande” en los asesinatos de Edgar Millán, Omar Ramírez, Roberto Velasco, Igor Labastida y Edgar Bayardo, mandos de la extinta Policía Federal, todos estos crímenes de alto impacto.