Tras haber sido detenido en Puebla, Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, “King Kong” o “El Come niños”, reconoció haber secuestrado, torturado y descuartizado al menos a 90 personas. Esto como parte de las actividades delictivas que desempeñó para el cártel de los Beltrán Leyva.
Por su estatura y corpulencia, Villarreal Barragánse ganó el apodo de “El Grande”. El lugarteniente de los Beltrán Leyva mide casi dos medios (1.98 m) y pesa más de 110 kilos.
Cuando tenía 20 años, “El Grande” ingresó a la policía ministerial de Coahuila. En 1993 se incorporó a la Policía Judicial Federal y fue asignado a la plaza de Torreón.
Ahí conoció a los enviados del Cártel de Juárez, en especial al sanguinario Arturo Hernández, El Chaky. Estuvo un tiempo comisionado en Nuevo Laredo: de acuerdo con un testigo, en uno de los ranchos que compró entonces había una pista de aterrizaje ‘para bajar marihuana y cocaína’.
El suegro de La Barbie, Carlos Montemayor, conocido como El Charro, dijo que El Grande lo inició en el trasiego de cocaína: “En Nuevo Laredo, me invitó a transportar 30 kilos dos veces al mes, durante dos años”, detalla Héctor de Mauleón en una columna publicada en EL UNIVERSAL.
Tras la muerte del líder del Cártel de Juárez, Amado Carrillo, “El Señor de los Cielos”, “El Grande” se convirtió en jefe de una célula del Cártel de Juárez con presencia en Coahuila, Durango y Chihuahua.
A mediados de 2003, “El Grande” ya era considerado por las autoridades como “el principal abastecedor de droga en la región”.
Sergio Villarreal Barragán fue señalado como el responsable del homicidio de dos agentes federales, de los pilotos Rogelio Puig y Gerardo Rivera, y del empresario Arturo Vidal.
De acuerdo con investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), “El Grande” tenía bajo su control y servicio a los policías municipales de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo.
Los Zetas asesinaron a la primera esposa de Sergio Villarreal, lo que provocó una serie de violentos enfrentamientos en Durango y Coahuila.
Su ascenso con Los Beltrán Leyva
Arturo Beltrán Leyva reclutó a “El Grande” en 2006. Fue así como comenzó a delinquir para el Cártel de Sinaloa y, posteriormente, para la organización criminal que formaron los hermanos Beltrán Leyva, la cual se caracterizó por el alto nivel de violencia.
En su columna, Héctor de Mauleón narra lo siguiente a propósito de la presencia de “El Grande” y los Beltrán Leyva en la CDMX.
“Al año siguiente aparecieron en la ciudad de México las cabezas de un par de empleados de Jet Service, una empresa de almacenamiento de carga aérea. No había sucedido algo semejante en la capital del país. Aquellas cabezas fueron la tarjeta de presentación del Grande: los empleados habían perdido media tonelada de cocaína y él fue el encargado de ir a cobrárselas. Muy pronto se volvió en uno de los líderes principales del Cártel de los Beltrán”.
La muerte de Arturo Beltrán Leyva
Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, fue abatido por efectivos de la Secretaría de Marina el 16 de diciembre de 2009.
El cártel se dividió. Héctor Beltrán ordenó a “El Grande” que eliminara a Edgar Valdez Villarreal "La Barbie", pues sospechaban que traicionó a “El Barbas”.
Cuando “La Barbie” fue detenido acusó a “El Grande” en los asesinatos de Edgar Millán, Omar Ramírez, Roberto Velasco, Igor Labastida y Edgar Bayardo, mandos de la extinta Policía Federal, todos estos crímenes de alto impacto.
La caída de “El Grande”
Sergio Enrique Villarreal Barragán fue detenido por un comando de la Marina en el exclusivo fraccionamiento Puerta de Hierro en Puebla el 12 de septiembre de 2010.
El narcotraficante, alertado por el movimiento de las tropas, esperaba a los marinos en el comedor de la casa, acompañado por su principal lugarteniente, Jesús Enrique Jurado Torres y de Ramiro Cisneros Aguirre, otro integrante del clan.
En una recámara se habían refugiado su esposa, sus dos hijos, de siete y nueve años, y la niñera de éstos. Ellos fueron la razón por la que Villarreal Barragán se entregó sin disparar, revelaron entonces fuentes de la Semar a EL UNIVERSAL.
“El Grande” fue extraditado a los Estados Unidos el 23 de mayo de 2012. Se convirtió en un testigo colaborador, en alguno de los juicios en los que testificó fue el de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón.
En diciembre de 2019, “El Grande” fue liberado por las autoridades estadounidenses.